Hace unos 5 meses conocí en el parque del barrio al señor Don O. Un corredor literalmente inalcanzable. Por más que yo me esfuerce, simplemente no puedo ir a su ritmo y sólo lo veo alejarse. Don M., el amigo con el que corro a veces en el parque, me había comentado que Don O. corría maratones, que entrenaba en las montañas y que tenía un ritmo buenísimo, pero siempre lo dejaba a uno botado. Me llamó mucho la atención su figura delgada y ligera, su sonrisa humilde y los años que se veía que cargaba encima. Me gusta verlo correr porque parece que volara: su pisada es liviana y su mirada va fija en algún lado. El jueves corrí con él.
Esta semana del entrenamiento para RnRLA fue intensa y logré cumplir con mis metas, corrí todos los días que tenía planeado y nadé. Además me dejó una enseñanza clave: que esa frase de “no me voy a rebajar al nivel de esa persona” sólo denota falta de amor por el prójimo y representa un arsenal de prejuicios que no dejan vivir en paz. ¿A qué voy con esto?
Primero, les voy a detallar mi semana:
Lunes: Nadé 1.25 millas. Eso son 2000 metros. Es la distancia más larga que he nadado hasta el momento y me voy acercando a mi meta de las 2 millas. OH YEAH!!!
Martes: Corrí 5 millas con Don M. Don M. es un señor de 53 años, salvadoreño que corre en el parque desde hace varios años. Era futbolista y una lesión de rodilla lo dejó por fuera de las canchas. Tiene 3 tornillos en la rodilla derecha y corre 5 veces a la semana, mínimo 5 millas cada vez. Dice que por la edad ya no puede correr rápido y que le gusta correr conmigo porque así se exige más. Fue un día de entrenamiento de velocidad constante, duro para mí y por consiguiente, para él.
Miércoles: Descanso total. Bueno ni mucho: trabajé 14 horas 🙁
Jueves: Llegué al parque y Don O. estaba parqueando la bicicleta cerca del baño. Me acerqué para saludarlo y luego de conversar un rato le dije que tenía que comenzar a correr porque debía irme temprano. Me dijo, vamos, le contesté, pero es que usted corre muy rápido y me remató con un: “vamos, yo corro a su ritmo”. Todo esperé, menos esa respuesta. Y así fue, durante 4 millas se mantuvo a mi lado y me contó un poco de su historia, de sus ganas de volver a su país y de seguir corriendo en las montañas de su tierra. Si no estoy mal, tiene 57 años. Yo hice mi mejor esfuerzo por correr más rápido y él, el suyo por correr más lento. Él podía hablarme con toda tranquilidad, yo a duras penas podía decir “mjm”.
Viernes: Descanso total. Pero ese día me llegó la camiseta amarilla de la carrera en San Francisco, estaban en mega promoción (supongo que tienen que vender a como dé lugar las que nadie reclama) y la pedí hace como dos semanas! Ya quiero que se acabe este calor infernal para poder ponérmela!!!!
Sábado: Este fue un grandioso día. Corrí 12 millas con el grupo Pasadena Pacers, bueno, en realidad corrí con Sonia y esas 12 millas se fueron como volando. Me sentí cansada como en la milla 7/8, pero ella aún se veía implacable, así que no tuve más remedio que cerrar la boca e ignorar el cansancio. Empezamos a correr a las 6 a.m. y pudimos disfrutar de una buena temperatura, a las 7 nos unimos con el resto del grupo. Y… como pueden ver en la foto… Jota fue!!!! ¿Qué más podría pedir?
Domingo: Contra todo pronóstico me quedaron fuerzas para correr 4 millas, después de las 12 millas del sábado. Eso sí, al final del día, no daba ni para subir escaleras. No obstante, era cansancio y no dolor muscular, lo que quiere decir que mi velocidad de recuperación está mucho mejor que antes!!!
Totales:
Millas: 25 millas + 1.25 millas nadando
Horas de ejercicio: 5 horas
Calorias: 3500 aproximadamente
Ahora bien, les decía que esa frase “no me voy a rebajar al nivel de esa persona” sólo muestra que tenemos en nuestra cabeza una sarta de prejuicios que no nos dejan actuar libremente y vivir la vida de una manera más amable y generosa. Reconozco que alguna vez pensé así y que me costó trabajo eliminar esa frase de mi lenguaje. No me imagino a Don O. diciendo esa frase y decidiendo no correr conmigo. No me imagino yo diciendo eso y dejar de disfrutar la compañía de Don M,, que con todo y su rodilla atornillada ha sido la inspiración de medio barrio para empezar a correr. No me imagino que Sonia dijera eso de mí o que yo dijera eso de ella. Simplemente impensable.
¿Qué sería de nuestras relaciones si pensáramos de esa manera? Estaríamos solos y acomplejados, privándonos de ver en “esa persona” a un ser humano igual a nosotros, con una historia distinta, pero que tiene mucho que enseñarnos y de quién tenemos mucho que aprender. No hay mentes ligeras… solo hay mentes ante quienes hay que “enunciar la verdad de una manera serena y clara”
Les dejo estas frases de Desiderata de Max Ehrmann:
“En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas
relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara.
Escucha a los demás, incluso al torpe o el ignorante:
también ellos tienen su historia.Si te comparas con los demás, te volverás vano y
amargado, porque siempre habrá personas más grandes
y más pequeñas que tú.”
Bueno, esta fue mi conclusión de la semana, un entrenamiento para RnRLA duro e intenso que me dejó claro que para creer que hay alguien a un nivel más bajo que uno, entonces, también hay que creer que hay alguien a un nivel superior. Y por lógica, si no quiero ser discriminada, no puedo bajo ninguna circunstancia, ser yo quien discrimina. Todo comienza con nosotros mismos.
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