Después de tantas semanas de entrenamiento, no se imaginan lo maravilloso que se siente no ir a correr! jajajajaja Entrenar para una carrera es un tiempo de ambivalentes emociones, si bien todo el proceso es placentero y entretenido, la ansiedad que he sentido en estas últimas semanas sólo se me alivia sabiendo que no voy a correr.

Sumémosle que salía de trabajar y llegaba a la casa a hacer cosas que tenía pendientes desde hace varias semanas. Que sé yo: coser el huequito que se les hizo a mis medias favoritas (unas rastafari que me costaron 7 dólares en Hawaii y me rehúso a botarlas). Pude preparar nuestras habituales ensaladas de forma fotogénica. Normalmente las hacemos y casi que nos las comemos en la taza donde las hacemos porque el hambre nos gana con su afán.

Esta semana tampoco fui a nadar así que les cuento que no nadé en todo octubre 🙁  Aspecto por mejorar para la próxima vez.

El último día que troté fue el miércoles, corrí 3 millas a un ritmo más rápido del que planeo para correr las 3 primeras millas de la carrera. Tengo que grabarme ese ritmo porque es muy tentador salir más rápido de lo debido y luego quedarme colgada en las últimas 3 millas.

 

Bueno, en cuanto a las metas de la carrera les cuento que voy por menos de 2 horas en el tiempo total!  En San Francisco hice 2 horas 12 minutos y aunque me han dicho que es muy osado pensar en bajarle 12 minutos de un tajazo, lo cierto es que esa es mi meta y con base en los entrenamientos, puedo decir que sí puedo lograrlo.  ¿Y si no lo logro?  Pues me toca inscribirme en otra carrera!!! jajajaja  Pienso correr las primeras 3 millas a 9:20/9:30 minutos por milla, luego 8 millas a 9:00 min/milla y las últimas 2.1 millas a 8:00/8:30 min/milla.  Eso es en promedio a 1 minuto por milla más rápido de lo que corrí en San Francisco.

Hoy en la tarde iremos a la Expo a recoger la camiseta, el dorsal y el chip del tiempo. Luego iremos a un restaurante italiano en Venice Beach, California, allí nos encontraremos con varios de los Pasadena Pacers para hacer la cena “rica en carbohidratos”, aunque yo comencé a recargarme de energía con anticipación debido a las delicias que me han llegado en estos días de Colombia. (Colombia tiene una dieta naturalmente rica en carbohidratos, mis respetos para los que viven allá y optan por una dieta más rica en frutas y verduras)

Hoy se fueron Angeluz, Jose Gregorio y la mamá para Barranquilla, quedó el apartamento vacío y silencioso, lo más triste es que ya no huele a café en la mañana 🙁 – Doña Carmela, la voy a extrañar, usted me recordaba a mi madre 🙂 José, ¿qué tal ese dip de espinaca con alcachofa?

En la tarde fui a recoger a Enrique al aeropuerto y hemos sabido invertir 3 horas de nuestro valioso tiempo en las transitadas autopistas de Los Ángeles (hasta hicimos un video, abajo lo ven).  Mejor dicho, le di una entrada culturalmente representativa de lo que viven los angelinos diariamente. Lo siento amigo, no era mi intención tanta rudeza!  Pero bueno, luego lo llevé a una Chevron y se sintió como en casa 😛

Por último, les dejo esta joya que me dedicó Jota en estos días y que me tiene pensando.