ADVERTENCIA: Esta entrada es larga… pero son más las fotos que el texto. Espero les sea de utilidad algún día 🙂 —
Salimos el viernes a media mañana, nos fuimos en el carro de la mamá de Jota, sin muchos afanes, pero con muchas expectativas. La idea era conocer ese enigmático sitio tan cercano a Cuba y a la vez tan lejano. 90 millas náuticas separan físicamente a los dos países además de los años de distanciamiento político. Uno de los sitios turísiticos gringos por excelencia. Muchos de ustedes saben (y muchos otros ni se lo imaginan) que los gringos no viajan, contrario a lo que uno se imaginaría. Muchos nacen en un estado y ahí se quedan hasta que van a la universidad, otros prefieren ir a la universidad en el mismo estado para no irse tan lejos y así se les va la vida. El caso es que Key West es de esos sitios que todos sueñan con conocer, ya sea por ser el punto más meridional de los Estados Unidos o simplemente por ser la ciudad más caliente del país, incluso en los días más fríos del invierno. Además es la casa de los mejores Key Lime Pies y una de las más deliciosas galletas de chips de chocolate.
Key West o Cayo Hueso es la última isla de los arrecifes de coral que conforman los cayos de la Florida. El nombre Cayo Hueso fue el dado por el primer español que llegó a la zona. Algunos dicen que la isla era usada por los nativos como un patio en el que echaban los cadáveres de los indígenas que habían fallecido y que de ahí viene el nombre… escalofriante. Pero quién sabe qué tan cierto sea esto porque al ser una isla geológicamente formada de residuos de coral y sedimentos marinos, no es raro que simplemente el color sea el que diera origen al nombre. Todas los cayos están conectados por puentes, siendo el puente de las 7 millas el más largo y el que conecta el Cayo Maratón con el Cayo Patico, justo antes de llegar a Cayo Hueso.
Una de mis inquietudes era ¿cómo carajos hicieron un puente de 7 millas/11.6 kiilómetros en pleno Mar Caribe? Sencillo, en realidad no hay un mar profundo alrededor de los cayos. El mar es llanito, se alcanza a ver el fondo durante todo el recorrido. Desde que se cruza el primer puente en Key Largo hasta en las playas de Key West.
Estaba nubladísimo el día. La foto se ve opaca y gris pero así igualito lo veían mis ojos.
Almorzamos en Big Pine Key en el restaurante Big Pine Restaurant, pedí un “Huge Taco Salad” (taco, lechuga, fríjoles refritos, pico de gallo, queso cheddar y aceitunas), pero no le presté atención al nombre, sólo me preocupé por decirle a la mesera que lo quería sin carne. Cuando me lo trajeron no pensé que fuera capaz de comerme semejante taco.
¡Estuvo delicioso y me lo comí casi todo!
Llegamos al hotel a las 2 de la tarde, descansamos un poco y nos dirigimos a uno de los sitios obligados si se visita la isla. Key West Key Lime Pie Company, casa de los mejores pies de limón del país. Su principal atractivo es el pie de limon cubierto de chocolate. Así que si vienen por estos lares, no se pueden perder semejante manjar. La fama de las naranjas y los limones de la Florida llega hasta California, son las más dulces.
Luego caminamos hasta Mallory Square que es el sitio ideal para ver la puesta de sol sobre el Golfo de México en la costa noroccidental de la isla. Vimos sitios de interés y esculturas espectaculares en el camino…
Finalmente vimos el atardecer, estuvimos más de una hora y sin trípode 🙁 logramos tomar fotos muy lindas del momento. La foto que compartí en Facebook e Instagram fue realmente una de las más malas y fue tomada con el celular, así que me sentía en deuda de mostrarles realmente buenas fotos.
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Cuando ya se habían ido todos los turistas quedamos sólo los que sabemos que las mejores fotos de una puesta de sol se toman 30 minutos después de que se ha ido el sol 🙂 así que tuvimos la oportunidad de conocer una muchacha Xi’an, China que estudia en la Universidad de Florida y estaba también conociendo. Nos tomamos algunas fotos que acá le comparto
Estas fotos estaban en la cámara de ella y me las envió hoy por e-mail 🙂
Luego fuimos a tomar algunas fotos con las esculturas y después de que Jota se arrastrara un buen rato en la calle, logró sacar unas bien lindas. Les comparto esta de mi suegra 🙂
A Julita no le gustó la foto pero yo sé que a Jose Luis y a Jack sí les va a gustar
Como ya era hora de comer, comenzamos a ver qué queríamos. Justo frente al sitio de los pies (léase pais jajajaja) vimos un lugar de pizzas y como Jota y la hermana deliran con las pizzas decidimos comer ahí. ¡Y vaya que sí fue buena idea!. Entramos y al ver el menú nos llamó la atención un sánduche tipo pizza hecho con pan focaccia. Tenía espinacas, rúgula, albahaca, tomates, alcachofa y queso mozarella. Juzguen ustedes..
No apto para carnívoros o foodies de carnes 😛
Por la noche volvimos al Hotel Banana Bay Resort and Marina y a la mañana siguiente desayunamos el menú continental incluido en la tárifa del hotel. El lugar fue bueno, nada lujoso, pero limpio y cómodo que son las cosas que nosotros buscamos cuando nos quedamos en hotel. Bastante económico y bien ubicado. Al llegar nos dieron un mapa que fue lo que nos sirvió para movernos durante el tiempo que estuvimos en el Cayo.
Ese día salí a correr a la hora del amanecer (6:30/7 a.m.), 5 millas y pico hacia la parte suroriental de la isla. Fue una mañana bastante nublada y era poco lo que podía ver 🙁 aunque no me puedo quejar, esta imagen lo dice todo.
Después del desayuno fuimos a buscar uno de los más importantes sitios turísticos, el llamado “Southernmost Point”, el punto más meridional de la parte continental de Estados Unidos. El emblemático punto que marca las 90 millas náuticas que separan el comunismo extremo del capitalismo extremo.
La fila para tomarse foto con ese pedazo de cemento pintado era larguísima y nosotros obviamente no la hicimos 😛 ¡Esta foto fue realmente un chiripazo! La tomé en medio de cabezas y gente posando 🙂
Son en realidad 94 millas, pero el presidente Kennedy en sus discursos hizo famosas las 90 millas.
Después nos tomamos un agua de coco y empezamos a caminar buscando una playa donde sentarnos y pasar un rato. Caminamos y caminamos, bordeando la isla y no encontramos ni el más estrecho camino que nos llevara al mar, al parecer las playas están cerradas o lo que es lo mismo, la mayor parte del terreno está privatizado y no disponible para el público en general. ¡De las vainas despreciables del capitalismo y la propiedad privada! ¡De razón se quejaba Silvio Rodríguez! En fin, vimos varias muestras de la arquitectura isleña que me recordaba mucho algunas de las casas de San Andrés Islas, Colombia.
Pasamos por la casa-museo de Ernest Hemingway (la última donde vivió antes de irse a Cuba), pero la fila para ingresar también era inmensa y decidí no entrar porque ya andaba cansada.
Como ya era hora del almuerzo, iniciamos nuestra búsqueda y dimos con un lugar vegetariano estupendo. Se llama The Café, con un estilo muy hipster. Yo pedí un sanduche de falafel con pan arabe y batatas fritas, Joany pidió una pasta alfredo y Jota y Julita pidieron lasagna.
La foto de Julita y la lasagna fue la única que quedó decente porque la mía la tomé cuando ya iba por la mitad del sánduche.
De ahí salimos caminando hacia el sitio de los pies porque queríamos comprar uno grande para traérnoslo a la casa y darle a mi suegro que es más dulcero que yo. El caso es que entre una caminada y otra conseguí la galleta de chips de chocolate. Ya me había resignado a no conseguirla y de una crucé la calle y compré una 🙂 La traje a la casa y la guardé hasta ayer que nos la comimos. Realmente deliciosa! El sitio se llama Mattheessen’s y queda sobre Duval St por si algún día van.
Las galletas son conocidas como “galletas de media libra”… se pueden imaginar lo grandes que son 🙂
Para este momento ya era las dos de la tarde del día sábado y emprendimos la manejada de regreso a Miami.
Cosas varias:
– La población latina es únicamente del 15%. Yo esperaba encontrar muchos cubanos viviendo ahí y nada que ver.
– El resto son gringos pensionados que salen disparados para la parte continental del Estado cada vez que hay amenaza de huracán 🙂
– Hay ventas de cigarros cubanos por todos lados, parece que no hubiese ningún tipo de restricción.
– Las playas que hay son más bien para deportes náuticos y no como las de California que son para echarse como verdolaga a tomar el sol 😛
Ojalá hayan logrado llegar hasta el final. Si saben de alguien a quién le pueda interesar esta entrada, no duden en compartirlo.
¡¡¡Abrazos!!!
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