Una de las cosas más bellas que me ha traído este blog ha sido conocer mujeres maravillosas. Mujeres que son atletas luchadoras, de esas que no aceptan un no por respuesta, que no se dejan intimidar, que dan la pelea hasta el último día. He conocido varias y Marilyn Tabares es una de ellas. Su experiencia de estos meses me dejó muchas enseñanzas, entre ellas, que no hay que dejarse tumbar mentalmente por una lesión, hay que dar la pelea hasta el final.
Crónica de la Maratón de Buenos Aires
La medalla.
Por: Marilyn Tabares
Luego de 1 año y medio entrenando con el Adidas Energy Team Medellin, en julio de este año, los entrenadores y organizadores realizan un concurso secreto, para elegir a un hombre y una mujer de cada equipo (medelllin, Bogota y Cali) para llevarlo a correr la Maratón de Buenos Aires en Argentina. 6 Ultra runners que correrían por primera vez una maratón. Evaluaron varios aspectos para elegirlos y los dieron a conocer antes de la media maratón de Bogotá 2015, de la cual participamos. Con 4 medias maratones corridas y varias carreras de 10K, lo último que pensaba era correr 42K. Pero el universo conspira para que cada detalle de tu vida se presente en el momento correcto…este era el momento de hacerlo…me eligieron como la Ultrarunner Medellín, junto con una hermosa persona, Bayron Arango.
Comienza entonces un fuerte entrenamiento, donde descansábamos una vez por semana, guiados directamente por nuestro gran entrenador Will Vargas (@patacoach) desde Bogota, y apoyados todo el tiempo por nuestras bellas entrenadoras Alejandra y Camila y un gran equipo…una verdadera familia. Dos semanas después se presenta un dolor extraño y luego de revisiones, el deportólogo concluye que es una “Pubalgia”. Empieza una tensión mental pues mi entrenamiento cambia completamente y le doy la bienvenida a mi “amiga”, la Elíptica. Mientras mi compañero y mi novio, quien decidió también llevar a cabo la aventura de 42K, entrenaban afuera, yo debía pasar horas frente a un espejo o a una pantalla de TV, sobre una elíptica por 2, 3 o 4 horas seguidas… ¡¡aaahhhhh que impotencia!!.
Mis momentos en la elíptica
No terminé la fisioterapia, pues luego de tomarme una resonancia, resulto que parecía una fisura…aun peor!!. Seguía entonces en elíptica, alternando con Banda…¡¡encerrada!!. Todo bajo la guía del entrenador, quien confiaba en que podía correr la maratón y que la elíptica me serviría muchísimo…sólo le temía a lo que pudiera generar el impacto en mis piernas ese día. O que se presentara algún dolor diferente, pero aun así, su plan siguió fuertemente y sin descanso. Quise entonces consultar en Wake Up, un centro de rehabilitación de la ciudad, para que me ayudaran a fortalecer antes de la carrera. 10 días para hacer que el dolor desapareciera o fuera mínimo en el evento. Cuando el medico Luis Javier Fernandez, un excelente neuro-mecanico, escuchó mi situación y revisó mi lesión, pronunció estas palabras:
“¡Pero si tú no tienes ninguna fisura!…tu problema es otro y tiene solución…pero puedes correr tu maratón tranquila”.
No sabía si llorar de alegría o de impotencia….pero luego pensé que así debía suceder. Desde este mismo día empecé fisioterapia y al día siguiente comencé a correr en calle. El dolor era mínimo y volví a tener esperanza de alcanzar un tiempo de carrera, y no solo pensar en terminarla.
El 8 de octubre llegamos a Buenos Aires. Después de llevar 4 días con una gripa, pues como cualquier corredor, la ansiedad me mata antes de un evento importante, el viernes, 9 de octubre tuvimos la charla técnica con nuestro Coach Will y después de varias preguntas pude entender que él confiaba en mí y en el trabajo que había realizado conmigo. Armamos un plan de carrera que me hizo sentir confiada y de nuevo regresó a mi cabeza la idea de hacer 4 horas. No pasar de ahí…si era menos, mejor, pero no superarlas.
Ultrarunners y Coach Will Vargas
El amor y yo antes de salir.
Llego el gran día…un frio aterrador, creo que estaba por los 10 grados…me sentía tranquila y con la compañía de los demás ultra runners y del amor… ¡todo marchaba bien!. Dan la largada a las 7:30 am. Los dedos de los pies encogidos por el frio…luego del primer kilómetro, me alcanza Jaime, un compañero de los Good Will Runners Bogota, con el que había tenido contacto virtual durante nuestros entrenamientos, pues también tuvo una lesión. Él fue mi compañero durante 35 kilometros…el mejor de todos los compañeros que uno puede tener en una carrera, preguntando como me sentía, recordándome todo el trabajo realizado en estos 2 meses, felicitándome por estar en este lugar, en este momento…¡¡hermoso!!.
Con Jaime (de negro)
Cada kilómetro era una suma de distancia que mis piernas no sentían, la respiración perfecta. Yo controlaba el ritmo por kilómetro, Jaime controlaba el tiempo en que debíamos consumir los geles. Cuando llegamos a la mitad, 21K, grité de felicidad por haber bajado 2 minutos mi tiempo según la última carrera…y continuábamos corriendo con toda la energía, al paso sugerido por nuestro entrenador para alcanzar las 4 horas o por debajo de este tiempo.
Ganamos muchos segundos hasta el kilómetro 34, donde empecé a sentir un leve dolor de rodilla que me hizo bajar el ritmo. En el kilometro 35 le dije a Jaime que apretara su paso, pues mi dolor estaba un poco más agudo y no quería que se quedara. Me dijo: “te espero en la meta”.
Llegada a la meta de la Maratón de Buenos Aires
Estuve por 4 kilometros en ese mismo ritmo, y como toda la carrera, mirando el paisaje que nos ofrecía esta hermosa ciudad. En el kilometro 40 volví a retomar mi paso…el dolor desapareció…saque la bandera que llevaba envuelta en el canguro… y empezó mi fiesta. ¡¡Dos kilometros de felicidad!!. Encontré un colombiano a unos 800 metros de la meta… lo abracé y cuando vio la bandera, su rostro se iluminó. Le dije: “¡¡llegamos Colombia!!”, y me dijo “¡¡listoooo apretemos juntos!!”. Llegamos a la meta felices. Sequé mis lágrimas con la bandera, lágrimas de felicidad y satisfacción por haberlo conseguido. Valió la pena el sacrificio, el llanto, la angustia, el trabajo mental, el sueño, el cansancio, todo, todo.
Tiempo de carrera…
Hoy soy maratonista gracias a muchísimas personas que me llevaron a la meta y a las ganas que puedes meterle a lo que quieras lograr en tu vida…ganas por vivir corriendo!!!
Los tres paisas con las medallas.
¡¡Gracias!! A mi equipo Energy Team Medellin por ser mis hermanos. A mis preciosas entrenadoras Aleja y Cami. A Mafe Llano e Isa Garcés por su interés y cariño para acompañarme y ayudarme en todo el proceso. Al doctor Luis Javier y su equipo de fisioterapeutas de Wake Up por tan fuerte y bonito trabajo. A mi familia por su preocupación y amor. A Nati por motivarme con su testimonio a ser fuerte, a disfrutarme este viaje y permitirme compartir mi experiencia en su blog. A Adidas Colombia por hacer posible todo este hermoso viaje y a Angelly Sepulveda por su disposición, linda actitud con todos y gran trabajo (¡¡una nueva corredora!!). A Bayron mi ultra compañero, por su humildad, sencillez y serenidad para afrontar este reto y darme mucho ejemplo. A Juan, el amor de mi vida…porque, desde el primer momento que me eligieron, creyó en mí y decidió, como siempre, acompañarme en esta aventura.
¡¡Un camino duro, para una carrera perfecta!!!
Hoy soy más feliz.
Muchas gracias Marilyn por compartir tu experiencia en el blog. Te aseguro que son muchas las personas que se verán motivadas con tu logro porque nos has mostrado que sí se puede y que una mente poderosa nos lleva a la meta de nuestros sueños. ¡Gracias!
PD.: Mónica B., de mi grupo Pasadena Pacers: Aún te queda mucho tiempo y tienes múltiples opciones para continuar el entrenamiento y correr esa Maratón de Los Ángeles con todo tu grupo. Échale ganas.
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