Bueno, esta es una entrada de blog rápida para quitarle al menos 500 palabras a la crónica de mi segundo Ironman 70.3 Cartagena.

Aquí les cuento cómo fue mi alimentación. Para quienes no me conocen o me conocen poco, les cuento que yo no consumo geles ni bebidas deportivas. ¿La razón? Porque la mayoría están hechos con edulcorantes artificiales (azúcares de origen industrial) y yo decidí no meterle eso a mi cuerpo porque por un lado, no los proceso bien, y por otro porque luego de mucho leer concluí que no son saludables.

Entonces, le he enseñado a mi cuerpo a consumir grasa y a ingerir productos naturales durante las carreras. Me ha ido bien y cada vez mejor.

En fin, esto fue mi comida durante este Ironman…

Desayuno: Tres huevos en tortilla con dos tajadas de pan integral a las 4:30 am. Dos horas antes de mi largada.

Antes de nadar: una compota de fresas, banano y semillas de chia y una botella de agua para la espera.

En la nevera de icopor iban 4 botellas de mi suero casero de agua, sal, limón y miel. Dos para la bici, una para las transiciones y otra para el trote.

Transición 1: un banano para después de nadar.

Bici: En la bici me llevé 4 compotas, una barra de nueces y chocolate (no me la comí) y un sánduche de crema de maní con mermelada hecha con sólo azúcar de caña, nada de endulzantes artificales (igual no me lo comí). Consumí una compota cada 45 minutos. Recibí 1 botella de agua en cada abastecimiento y pedí en la tercera estación una de Gatorade, por si acaso, pero no me la tomé. Me quedé con el “tedmo” lleno.

Trasición 2: tenía maíz Inca por si el paladar me pedía algo salado y así fue. Me embutí un montón antes de salir a correr.

Trote: Consumí tres compotas, 1 cada 45 minutos más el suero y el agua que me daban en la ruta.

Especial mención para Ana Naranjo  con quien tuve el honor de cconversar en la #SafeHouse de Go Long 4 All, Suarez y Oakley, el viernes por la noche. Me habló de su experiencia en Los Cabos y de cómo era mejor consumir las pastillas de sal cada 30 o 45 minutos y no cada hora como yo lo había pensado. Hice esa modificación en la carrera y de verdad que el tema hidratación no fue un problema para mí ni para las chicas de mi equipo, con quienes compartí ese tip.

Bueno, eso fue mi nutrición en la carrera, cero problemas estomacales, ni durante ni después del Ironman. He consumido lo mismo en las dos maratones de este año y en los múltiples entrenamientos.

Sin duda alguna, eso es un proceso de continuo aprendizaje porque mi cuerpo es tan cambiante como el del cualquier humano. Puede ser que en adelante algo de esa fórmula deje de funcionarme o que de plano me case con cada cosa que consumo ahora. Sea como sea, estoy abierta a los cambios y atenta a todas las señales de mi cuerpo.

Cualquier duda, no lo piensen dos veces, déjenme el comentario.