Esta semana de entrenamiento era de recuperación, es decir, de correr pocas millas para recobrar energías y fortalecer los músculos para lo que viene.  Fue excelente!  Además, recibimos la visita de una amiga del colegio a quién no veíamos desde hace casi 15 años.  Queda uno como rejuvenecido después de esos reencuentros 🙂  Lo otro es que logré cambiar el orden de los factores y no se me dañó el producto!  ¿Cómo así?  Ya les cuento!

Los días de la semana tienen un orden, primero el día de la Luna (lunes); luego el día de Marte (martes); el de Mercurio (miércoles); el de Jupiter (jueves); el de Venus (viernes); Saturno (sábado) y el día de Dominicus-Dios (domingo) (este era anteriormente el día del Sol, pero ya ven que el cristianismo sale con cada ocurrencia y se le dio por cambiarle el nombre para honrar el día en que Dios descansó).  El caso es que en mi mente, los días tienen también un orden y tengo un plan para cada día.

Muchas veces cuando se me descuadra un día los siguientes son sólo caos.  Algo así como que si no lavo el jueves, me queda luego complicado lavar los otros días y ya el domingo entro a considerar la opción de repetir medias usadas, lo cual es traumático pará mí.  Pero esta semana logré tener una mente más flexible y por ende, fui capaz de cambiar sin inconvenientes el orden de mis planes.

Normalmente corro martes, jueves, sábado y domingo, en ese orden, siendo el sábado el día de “larga distancia” y el jueves, el “de velocidad”.

En fin, mi semana quedó así:

Lunes: nadé 1700 metros 🙂 Primera vez que nadaba más de una milla. Pero les adelanto que hoy ya fui capaz de nadar 2000 mts. La meta es 3200!

Martes: troté en el parque cerca a mi casa, hice 5kms en 28 minutos 13 segundos, buen tiempo, pero mucho calor. Este día hice los ejercicios de “velocidad” y no me pasó nada! Quién sabe qué estaba esperando yo que me pasara, pero nada pasó.

Jueves: troté a las 6 de la mañana y con Jota!!!!! Esas cosas no suceden a menudo, la última vez fue hace casi dos meses así que tengo que aprovecharlo. Trotamos a ritmo conversacional: hablamos de muchas cosas, entre ellas a dónde nos vamos a ir de vacaciones y… no tomamos ninguna decision.

Viernes: Este día andaba de afán.  El día anterior encontré quebrado el vidrio panorámico del carro así que le viernes entre tarde a trabajar y aproveché para correr.  Acá ya sabía que el sábado iba a trabajar todo el día y no podría correr con el grupo Pasadena Pacers.  Por ende, el día de mi trotada larga lo tenía que pasar para el domingo.  Pero y dónde iba a poner el entrenamiento del domingo?  Lo pasé para el viernes.  Yo sé que para muchas personas estoy es muy sencillo de hacer, pero para mí no.  Esto se convierte en una complicación y duro un buen rato dándole vueltas en la cabeza.  El caso es que hice menos de lo planeado, pero 2.24 millas es más que 0 millas.

Domingo: Este día salí a las 5:55 a.m. y logré captar esta foto del amanecer 🙂 Hice 10 kms a muy buen ritmo, por una ruta nueva y satisfecha de haber logrado correr las cuatro veces de la semana sin importar el orden en que lo hice y…

… el producto fue el mismo:

Totales:

Millas: 14.5
Horas de ejercicio:  2 horas
Calorias: 2100 aproximadamente

Como les decía al principio, fue una gran semana y fui muy juiciosa al aguantarme las ganas de correr más y al ceñirme al plan. Durante el entrenamiento, las semanas de recuperación son muy difíciles porque uno se siente con mucha energía y ya me ha pasado que le doy suave dos días y en los otros incremento y luego cuando ya viene la carga pesada, ando super cansada. Pero bueno, eso no pasó esta vez y me preparé para una semana intensa en términos de millas y de entradas en el Blog! Tengo mucho que escribir 🙂

Abrazos!

PD: La constancia vence lo que la dicha no alcanza! Desde hace un año estaba intentando hacer esta posición y hasta esta semana lo logré. Mente flexible, cuerpo flexible. No hay duda.