9 años viví en Bogotá y su Media Maratón siempre fue un acontecimiento. Transmisión por televisión, calles cerradas. Caos en la Plaza de Bolívar y la prohibición de usar ese día la Ciclovía de la Séptima. Pero era lo más inalcanzable de Bogotá, hasta las estrellas se sentían cerca, no la carrera.
En el 2001, acabada de llegar de Barranquilla, me dio una gripa que me duró 6 meses. No les exagero, dormía sentada y probé todos los remedios naturales existentes en esa época (aún no estaba de moda echarle la culpa al glúten). La gripa más la asfixia por la altura me dejaron un miedo que duró más de 15 años. Hasta ayer.
Trotar 800 metros en ese tiempo era imposible así que nunca intenté correr. Cuando mi maestra de Shaolín nos hacía darle una vuelta al parque yo sufría cada paso. Yo podía hacer las patadas voladoras más flexibles del grupo, pero correr no, por favor.
En el 2010 me fui a vivir a Seattle y allá comencé a correr. En aquellas mañanas lluviosas y nubladas, tan parecidas a las transmisiones de TV de la Media Maratón yo pensaba en algún día correr en Bogotá. Ese pensamiento quedó en espera mientras yo me preocupaba por la distancia, la resistencia, la fuerza y demás. Pasaron los años y me le medí a una maratón en Medellín (1500 msnm), luego a otra en París, luego a un medio Ironman en el hornito cartagenero, luego a otra maratón en Los Ángeles y Bogotá? No, todavía no estoy lista. Que gracias…
Cuando mi jefe me dijo que tendría libres dos semanas a finales de julio lo primero que pensé fue… la MMB. Un suspiro se me escapó y comencé a pensar en hacer un sueño realidad. Cero ilusiones. Hablé con Paola Martínez, una de las chicas de #YogaParaMortales y #AdictasAlPlank y ahí mismo se empezó a armar el desorden. Empezamos a leer frases como: ¡Yo también quiero ir! ¡Yo me uno! ¡Vamos! y la infaltable: ¡Hagámosle que Hptas!
Esa misma frase fue la que dije cuando crucé la línea de partida del domingo.
Iba con Mary y Joha de Barranquilla y con Bibi de Medellín. Salimos las 4 con el compromiso de que este sería un entreno en el que no estábamos buscando ninguna marca personal. Sólo queríamos poder correr a 2600 metros sobre el nivel del mar y no morir en el intento. Llegar dignas y con las piernas intactas pa’l Tempo del martes.
Eso hicimos. La ruta arrancó del Parque Metropolitano Simón Bolívar con la lloviznita tradicional bogotana, fiel a mis recuerdos. Al momentico Karito nos alcanzó e íbamos por toda la Calle 53 charlando. Llevábamos alineación de élites, dos adelante, una en el centro y dos atrás. Nos rotábamos el frente y así estuvimos hasta el Parkway. Ahí marcaron los primeros 5k y no sé bien dónde se quedaron Joha, Mary y Karito, pero Bibi y yo seguimos solitas. No sé de qué hablábamos, pero si mal no estoy, más que hablar, nuestra prioridad era absorberlo todo. Observarlo todo, disfrutarlo todo. Ver la gente con sus particularidades y sus sorpresas. Fantasear con los olores de las panaderías. Y en mi caso, revivir mil recuerdos caminando por la Cra 24 mientras estudiaba en la Universidad Nacional.
Al llegar a la Calle 26 comenzó lo bueno; las depresiones en la vía y los puentes. Ahí llegó mi hora de comer, media compota de frutas con semillas de chía. El objetivo a corto plazo era llegar a la Cra. 7ma. en donde la montaña rusa sería más decentica porque ese sube y baja de la 26 ya iba dejando calambres en los andenes. Es difícil ver eso y no escanearse uno mismo a ver cómo se siente. Mi balance era positivo. Mis piernas iban bien, mis pulmones respondiendo y el corazón ahí calmadito.
En la 7ma. todo era bipolar, como el clima bogotano. En un par de cuadras la bajada nos permitía hablar e hidratarnos y a las dos cuadras ya iba yo quejándomele a Bibi, o hablo o corro, las dos no puedo. Al pasar la Calle 53 empezamos a sentir esos corrientazos de aire helado bajando de la Cordillera Oriental (Los Andes se dividen en tres cordilleras al entrar a Colombia). Roberto, el esposo de Bibi estaba en la Calle 72 así que ese era nuestro nuevo objetivo a corto plazo. Pero sentir ese viento frío me hizo valorar enormemente su esfuerzo de estar esperándonos justo ahí. De corazón, Roberto, mil gracias. Los animadores de esa zona debieron pasar mucho frío, denles un abrazo extra.
Lo mejor de esa esquina fue que Bibi recibió su boost de energía. Empezó a jalarnos a ambas. El ritmo nos mejoró considerablemente y pasamos por la Av. Cra 15 como si nada pasara, aún atentas a las cosas que sucedían: a los animadores y sus frases descachadas o acertadas, a los venezolanos con sus carteles que nos movían las almas políticas que ambas cargamos.
Seguíamos con nuestras compotas y tomando, yo poción mágica, ella agua más pastillas de sal. La hidratación y la nutrición no nos fallaron. Al doblar por la Calle 92 sentíamos el final de la carrera acercarse. Nos faltaban menos de 5 kilómetros. Subimos ese puente como si nada. Trotando parejito. Sin quejarnos ni mucho menos. Bajamos a la NQS y apareció Diana Vera, de #AdictasAlPlank, con ese bananito amarillo que nos hizo brillar los ojos como un niño que ve una carta de postres y helados.
Diana, ¡gracias!
Nos fuimos comiendo banano y en esas apareció el chico de @ohquebola que de parcero me hizo una entrevista mientras andábamos. Me dio mucha alegría encontrarlo porque nos habíamos tuiteado ya varias veces y yo soy super seguidora de sus aventuras en el canal que tienen en Youtube.
De ahí pasamos a esa zona de la ruta que es tan comercial, con música de los almacenes y con gente caminando por ahí. En las escuadras, los ventarrones helados nos recordaban que el aire frío es la única constante de la capital. Agarrar la Calle 68 fue un alivio, pero ahí me llegó la hora de volver a comer y Bibi estaba ya que agarraba pique.
Le dije que se fuera tranquila. Me saludó Susana Torres de @pasosdefelicidad una de las pocas fundaciones que apoya la Maratón de las Flores. Ahí ya Bibi se había adelantado unos metros, pero seguía mirando hacia atrás. Le grité de nuevo algo como “dale, Bibi, dale”. Terminé de comer, me despedí de Susy y cuando quise ver ya no quedaba ni el rastro de ella.
De ahí en adelante mi objetivo fue acelerar para alcanzarla. Cuando me saludó Andrés Díaz de @correvivesiente me tomó la foto maravillosa que sirve de portada a esta crónica.
Ahí ya dije, no creo que la alcance, pero voy a mantener este ritmo acelerado y puff se me apagó el Garmin. Quedé en las nubes. No tenía ni la más mínima idea de cuánto llevaba de carrera ni en tiempo ni en distancia, mucho menos de cuánto me faltaba. ¡Qué tristeza, ome! Igual seguí acelerando. Pronto llegó esa esquina hermosa donde gritaban “sólo queda un kilómetroooo”. ¡Un kilómetroooo! ¡Eso no es nada!!! Eso son 5 minutos largos en un pique de fin de carrera. Así que le metí toda. Yo juro que iba a 5:30/km. ¡Déjenme creerlo!
Seguí andando, pero ese segmento es tremendoooo. La gente con dolores, cojos y caminando a cada metro. Otros andando como jalados por una cuerda invisible. No hay nada más motivante que pasar gente en el último kilómetro, pero en el fondo sí queda uno con guayabo, sobre todo cuando escucha a alguien gritar y al voltear tiene las manos abrazando su muslo. Seguir andando se me convirtió en una batalla mental en la que sólo queria terminar y encontrarme con mis amigas. Llegar a la carpa y sentarme en mariposa a estirar.
Aceleré bajando el puente, ahí yo juro que iba a 5:00/km, no tengo Garmin que me demuestre lo contrario así que soy feliz con sólo las sensaciones. Crucé la meta y quedé feliz. Estaba intacta, con todas las ganas de ir a liderar la sesión de estiramientos en la carpa VIP de Gatorade. Bueno, en realidad sólo quería sentarme en mariposa y disfrutar esa sensación de mover por fin las piernas en la dirección opuesta a adelante y atrás. Eso hice al llegar a la carpa, antes de todo, antes que nada.
Antes de llegar a la carpa caminé como 5kms más para reclamar la medalla y la hidratación. ¿No eran 5k? Se sintieron como 5k! Y ahora me van a decir que lo que dieron de nutrición era banano y no ciruelas…. Ciruelas, mrk, ciruelas, no hombre, ahí sí la embarraron señores Media Maratón de Bogotá, al final de las carreras se da banano. Banana. Cambur. Pátano. Guineo. Llámenlo como quieran, pero den de esa fruta que tiene full potasio, carbohidratos y buena fibra que no hay nada más peligroso que un corredor hambriento.
OK! OK! No me quejo más. La Media Maratón de Bogotá es una carrera espectacular. Maravillosa. La feria es completísima. Me recordó a la feria de la Maratón de París. El lugar donde la hacen le da mucho nivel. El día de la carrera, fantástico. La organización, el acceso a la zona de partida, la hidratación, la ruta, las zonas de asistencia médica, la meta. Todo es bello. Hasta las gradas esas para subir a la zona VIP de Gatorade, te recuerdan que estás vivo y que acabas de correr la mejor media maratón de Latinoamérica.
Quedo feliz. Muy feliz. Corrí en Bogotá, a 2600 metros sobre el nivel del mar, a ritmo conversacional y aunque me hice un PR, la Media Maratón más lenta a la fecha, las sensaciones son completamente distintas a mi versión 15k de New Balance en Noviembre de 2016. Ese día me sentí morir. Todo me ahogaba, caminaba cada 200mts y mi ritmo promedio fue 7:15 por kilómetro. Ayer corrí a 6:47 por kilómetro con un tiempo total de carrera de 2 horas, 22 minutos 19 segundos. Realmente satisfecha porque el martes me tocan 10k y el entrenamiento para los 42k en Maratón de Las Flores continúa.
Y ustedes, ¿cómo fue su carrera? Dejen su crónica o minicrónica o cualquier comentario que quieran. Son super bienvenidos.
Volveré. ¡Gracias Bogotá!
13 Comments
¡Lo logramos Nati! Corrimos en Bogotá sin sentir morir. Leo esto mientras me preparo para salir a entrenar y eso es lo que rescato de mi desempeño, quedar bien porque el entreno debe continuar.
¡Reto cumplido!
Gracias Naty por compartir! Me llena de emoción pensar que pronto estaremos corriendo juntas en Medellín y espero tener tan lindas sensaciones en mi primer media maratón como las que describiste. Sin duda sos mi gran guía, aprendo día a día con vos y estoy agradecida de tenerte en mi vida hace un año! Por más yoga, carreras y planks juntas! Felicitaciones por tu primera MMB y nos vemos en tu segunda Maratón de las Flores!
Wow!!! Qué lindo será conocerte. Abracitos
Correr en Bogotá es delicioso, siempre lo he dicho. Para nosotros los paisas, la altura es un reto gigante y además, una preparación obligada para los 42K de la maratón de las flores. En mi caso, la MMB fue el último fondo de cara a la maratón de ciudad de México. Nati, no pudimos coincidir en Bogotá, pero espero verte en Medellín, junto con Carito, Bibi, Azu, Bel, Pao, Bibi, Tabares… Me quedás debiendo la clase de yoga para dummies post carrera, ¡te veo en ciudad de México! Jaja 🙂
Naty, amo esta crónica!!! que felicidad que hayas venido a correr a Bogotá, yo que soy bogotana sé que no es una ciudad fácil, pero le ha abierto las puertas a todos los colombianos y a muchos extranjeros que deciden radicarse acá!!!
La descripción qué haces de la carrera y de la ciudad es bacanísima, me llena de alegría y orgullo porque es la media maratón más importante de Latinoamérica, que bien que la hayas disfrutado, bienvenida siempre y mil mil gracias por todo lo que compartimos 😘😘 PD esperamos a todos los lectores de este maravilloso blog a correr en Colombia
Like usually amazing history lol I love it well put together definitely I need to do it next year with you it will be an amazing experience I’m in just let me know ahead on time to plan in advance 👊🏼🤗🏃
Nati, decir nuevamente: gran relato, es repetir siempre los elogios que se merecen tus crónicas. Verte unos pocos minutos en la feria fue genial y me sentí muy orgulloso de ver todo lo que has alcanzado. Nada es gratis. Todo es fruto del trabajo y el esfuerzo. Todo te lo mereces. La primera vez que corrí en Bogotá fue un reto, el domingo fue un placer. La organización perfecta!!! Mi PR 2:09:40, nunca creí que bajaría de 2:10:00 en 21K. Corrí sin mirar el reloj ni una vez y lloré de emoción al ver mi tiempo al pasar la meta. Gran carrera. Gracias Bogotá. Gracias Nati.
Nati!!!! que alegría verte!!! Me alegra que te la hayas pasado así de sabroso. En mi caso particular me tocaba entrenamiento, 5k, test de 10k, sobrevive 6k! llegué con lo último jajaja pero sin duda contento! es mi primera Media en Bogotá y mi segunda en general, y las que se vienen van a estar buenas.
Hola Natalia, también coincido con lo de las ciruelas y la medalla, pero ellos adoptan sugerencias así como el año pasado en la encuesta sugerí mejorar la llegada porque el último kilómetro estaba lleno de puestos de venta de frito y el humo era molesto intentando llegar, este año la llegada fue excelente.
Siempre leo tus crónicas y la primera fue luego del Maratón de las Flores 2016, son inspiradoras, curiosamente también corrí en París, San Diego y la MMB este año. Igualmente correré en Medellín en septiembre junto con dos amigos que hice en París, de Puerto Rico y EEUU. Sigo entrenando en las montañas del Cauca. Muchos saludos y éxitos.
Me encato Nati!
Adelante siempre y de verdad espero que podamos hacer otro evento juntas en algun lugar del mundo.
Un abrazo desde Puerto Rico
Que buena crónica. La Media Maratón de Bogotá es una carrera muy emocionante es monumental, pero este año, estoy de acuerdo con Nati, la ciruelita fue decepcionante y al inicio la entrada a los baños fue imposible. Pero a pesar de todo ello, correr en Bogotá es maravilloso, grandioso, lo que más me gusta son esos casi 8km por la tradicional carrera séptima.
En lo personal me sentí muy bien bajando mi PR pero lo más importante para cualquier corredor es terminar bien, cansado pero sin ninguna lesión, es lo más gratificante, eso significa que la preparación para la Maratón de las Flores va por buen camino.
Lo malo fue no poder saludar como se debe a Nati y conocer personalmente a Carito, pero ya son celebridades del Running, en Medellín no se me escapan.
Un abrazo Nati, gran admiración.
En Medellín no te escapas Jhon Fredy!!
Omg no habiaaa leidoo!!! Uff esos miedoss a la alturaa y todas sus sensacioness son complicados, gracias por compartir Natii…ya sabes yo hago parte de ese combo de #miedoalaaltura espero poder superarlo así poco a poco, con entreno y confianza. Te felicito por ese logro y por esa sensación que dejó en tí esta carrera lo que más me llamó la atención y me recordó el año pasado fué el momento de la llegada uff ver cantidad de gente caminando (es duro así me pasó a mí) y tu regia a la meta y en remate!!!! Super tiempo de entrenamiento. Te felicito.