Llevo 4 días saliendo con unos Saucony Hurricane luego de 10 años de estar con Nike.
Es más, en el 2014/2015 traté de correr con otra marca y me lesioné así que airada aproveché la garantía de mi tienda de running y volví a mis Nike Structure. Esa vez no había nada de malo con el zapato, quería cambiar por puro gusto.
Dejar Nike no era (no es) una decisión fácil. El miedo a volverme a lesionar como aquella vez es lo más duro de manejar. Además, la fidelidad a una marca que me ha ayudado a correr 5 maratones y 14 medias maratones era difícil de “traicionar”.
Sin embargo, Nike me “traicionó” primero. Les cuento…
Yo venía usando los Structure. Los 18(2015), los 19(2016), los 20(2017) y en octubre pasado compre los 21(2018). Vaya sopresa cuando vi q había cambiado el soporte para pronadores. Me dijeron que el cambio era sólo visual, pero que seguían siendo para mi pisada. Así las cosas, me los llevé a casa así fuera el color más feo de tenis que he tenido.
En ese momento estaba entrenando para el Ironman 70.3 Cartagena y no le estaba metiendo más de 35/40 kms por semana pq acababa de correr la maratón de Medellín y me estaba enfocando en la bicicleta. El fondo de running ya lo tenía.
En noviembre me empezó una tensión rara en la pantorrilla derecha luego de los long runs (19k o menos). Se me hizo raro, pero la mantuve a raya con la pedaleada y el rodillo.
Hice el 70.3 Cartagena y mis zapatos estaban raros. No tenian ni siquiera 300kms encima y se sentían y veían como si hubiera atravesado el Pacific Crest Trail con ellos. Empecé a entrenar para los 42k en Neorlín y a principios de enero la tensión en la pantorrilla estaba muy marcada.
Todo pensé menos que fueran los tenis porque hasta la fecha, los Nike los cambiaba cada 600kms. De octubre 10 a enero 10 llevaba 430kms. Los cambié por unos igualiticos, el mismo gris pálido ese que se llena de manchas cafés con solo mirarlos.
El malestar de la pierna se fue enseguida. Y yo me calmé! Corrí dos medias maratones seguidas y luego un long de 30k y bueno, la pantorrilla no alcanzó a recuperarse de tanta presión. Tuve que parar de correr porque me daba un miedo enorme q esa vaina se volviera periostitis y ahí sí que se me acababa la dignidad.
El caso es que al volver de New Orleans y luego de las semanas de recuperación quise salir a correr y sentía que los zapatos no me estaban amortiguando. Les hice track de kms. Jueputa, no llegaba ni a los 400 kms y necesitaba cambiarlos otra vez???
Entonces, como soy bien optimista y soñadora me dije: “Nati, tanto yoga debe haber fortalecido tus pies y seguro tu pisada ahora es neutral y este modelo de pronadores Nike ya no te favorece” 😎 (erda bien).
El sábado, 7 de abril, luego de 2 semanas de pensarlo fui a mi tienda de running. El chico que siempre me atiende me hizo nuevamente estudio de pisada y me bajo de mi nube voladora: querida, estás pisando igual de chueca que siempre. Debe ser que ya están gastados los tenis.
-“Hey! No tienen ni 400kms!!!”
Y su respuesta rompió mi alma en mil pedazos…
-“Sí, Nike sacó la amortiguación de este modelo, los 21(2018), más suave que las anteriores.”
-“¿Por eso se me están gastando tan rápido y por eso tengo dolores que antes no tenía?”
– Si no has cambiado tu kilometraje, el terreno en el que entrenas o alguna otra cosa, sí, esa es la razón.
Mi corazón: 💔💔💔💔💔
No alcancé a defender al traidor cuando me remata este muchacho con un:
-Y la verdad es que no apunta a que lo vayan a cambiar de vuelta en el 2019 así que te sugiero que pruebes otra marca.
Yo no tengo palabras para expresarles lo que sentí. Fue como cuando la ruta que me llevaba a la Universidad cambió su recorrido y yo literal quedé en el limbo: “y ahora, ¿quién me llevará a la U?”. (Me tocó usar Transmilenio el último año!)
Y ahora, ¿quién me llevará a New York y a Valencia en el otoño?
Les puede sonar dramático y lo que quieran. La verdad es que lo es. Lo fue cuando me lo dijo y lo es cada mañana que he salido a correr con los nuevos.
Bueno, me dijo que Saucony tenía unos muy parecidos, que podía probarlos, aprovechar la garantía que me dan y correr con ellos un tiempo. Si no me gustaban podía volver y cambiarlos por los Nike sin pagar nada.
Yo corro trails con Saucony. Jamás he tenido problema así a definitivamente esa era la mejor opción. Me probé los Saucony Guide y sentí mi tobillo desprotegido así que casi salgo de ahí con el alma rota y sin solución.
Me dijo que probara los Hurricane. Que tenían más amortiguación y eran más alticos en el tobillo. Me los puse y sentí lo que me gusta sentir con unos tenis, que me quedan abrazaditos a los pies y que tengo soporte en todos lados.
Vean, podía comprar otros Nike Structure y volver en menos de 400k y comprar otros y así sucesivamente. Fácil opción. De verdad. Una opción segura. Sin embargo, ya lo había hecho y la pantorrilla se había tensionado. No quería arriesgarme de nuevo. Tengo metas lindas por delante que muy seguramente me exigen un cambio. Era ahora o nunca.
El cambio da miedo, pero mi padre siempre me dijo que el cambio era la unica constante k de la vida. Cuando me escuché el “me da miedo cambiar”, sentí miedo de mí. Miedo a quedarme en un sitio sin darme la oportunidad de saber si hay algo mejor para mí.
“Let’s risk it!”, fue lo que dije. Eso es mi equivalente gringo y pulido del ya famoso: “#hagámoslequehptas. Aunque por dentro sólo me decía “just do it”.
Porque ajá. El problema no es la marca (que amo enterita!) ni el modelo ni que quieran que les compre zapatos más seguido. El problema es temerle al cambio y esta vez sí había algo malo con el zapato. No quiero “malo conocido”.
Justo ahora que estoy en lo que llaman “base building”. Creando una nueva base de kms para aumentar kilometraje y pulir mis entrenos. No me preocupa la velocidad, relajaos, no se afanen por mi desempeño… lo que yo quiero es poder correr dos maratones en un mes y no morir ni en el intento ni lesionarme 3 semanas después de correrlos.
Quiero que mi cuerpo tenga una base sólida de kilometros con los que yo me pueda sentir segura. Pero también quiero un par de zapatos que no me pongan a dudar y a sufrir a cada rato. Es el momento perfecto. La oportunidad perfecta para cambiar y ver qué pasa.
Si no funciona… voy a la tienda y agarro mis Structure y le pago a Nike 120 dolares cada dos meses.
Pero si funciona, me sentiré segura, arriegada, valiente, inteligente y eso, gente, eso no lo compra una marca, eso sólo lo logra una personalidad que no le tiene miedo al cambio y está dispuesta a asumir riesgos. 😉
1 Comment
Nati.
Pues yo que soy un runner pronador como vos te digo que estos Saucony Hurricane están más bacanos y menos ensuciadores que los Nike de antes.
Santiago.