-Semana 8 del entrenamiento para RnRLA-

Esta semana de entrenamiento fue una maravilla. Logré correr los cuatro días que tenía planeado y corrí por primera vez 14 millas/22.4kms. Me deja lecciones acerca del entrenamiento y de la alimentación durante las trotadas largas.

Me queda una sola tristeza, los lindos zapatos que Jota me regaló para el día de la mujer ya me toca reemplazarlos. 460 millas en 6 meses acabaron con la plantilla y el sábado sentí demasiado impacto en los talones. Lo que a largo plazo puede convertirse en una lesión y “no, gracias”.

 

Afortunadamente ya había conseguido unos nuevos que me ponía de vez en cuando y serán los que use de ahora en adelante en el entrenamiento para RnRLA y lo que venga después.

No fui a nadar porque aún tenía tos y el tema de meterme a una piscina pública con mi sistema inmune debilitado no es que me resulte muy atractivo. Preferí descansar más. Además, tengo que conseguir nuevo vestido de baño 🙁 el que tengo puede “dejarme en la calle” en cualquier momento.

Lunes: Descanso total. Aún estaba enferma y no fui a trabajar.

Martes: Corrí 5 millas.  Estaba mucho mejor de salud, pero mi jefe no me dejó ir a trabajar para que me recuperara más. Así que fue un día descanso también que aproveché para hacer cosas que tenía pendientes acá en mi casa.

Miércoles: Descanso total.

Jueves: Corrí 4 millas e hice intervalos de velocidad.  Hice 10 minutos de ritmo suave, luego 5 minutos muy rápidos, 3 de ritmo suave, 5 muy rápidos y 12 de ritmo suave para recuperarme.  El primer intervalo de velocidad fue mucho más rápido que el segundo y me di cuenta que 3 minutos de descanso es muy poquito o la verdad es que creo que no corrí a un ritmo tan suave como debía para poder recuperarme bien.  El caso es que el segundo intervalo no fue tan rápido y eso me hizo sentir mal. Tengo que repetir este ejercicio para mejorar mis tiempos.  No obstante, fue uno de los días en que más rápido he corrido.

Viernes: Descanso total. Hidratación intensiva y pasta en la cena. Ansiedad y emoción al mismo tiempo.

Sábado: Corrí 14 millas.  Empezamos a las 6 de la mañana (aún estaba oscuro) con la meta de terminar a las 8:30/9 a.m. y lo logramos. Quedé con las piernas cansadas, pero me sentía fuerte y enérgica.

Corrí con Sonia.  Fue mucho más fácil a nivel mental que las otras veces. Por un lado ayuda la velocidad (íbamos a un ritmo suave y controlado) y por otro el hablar con Sonia y mantener la mente distraída hace que las millas se vayan volando. Me quedaron dos enseñanzas de estas 14 millas:

1. No puedo olvidar llevar las gomitas de miel porque me da un hambre atroz por allá en la milla 8 y voy a querer parar en cualquier taquería a comerme cualquier “vaina” que encuentre. 🙁  Dejé las gomitas en el carro y Sonia tuvo que compartir las de ella, así que nos recargamos con la mitad de lo que debíamos para mantener el ritmo. Por fortuna había desayunado bien. Lo malo de no reponer energía mientras se está corriendo es que al terminar, como el metabolismo sigue consumiendo glucosa, me entra un frío tenaz y tardo de dos a tres horas en volver a termoregularme. 🙁  Conclusión 1. No se me pueden olvidar las gomitas!!!!

2.  Debo tener planeadas las comidas del día y muchas opciones de meriendas saludables que me permitan reponer la energía que gasté durante la corrida.  Tuve hambre hambre hambre toooodo el día! Comí arepa, pasta, manzanas (en plural), piña, nueces y nada me satisfacía.  Sentía unos deseos locos de un postre!!!! Se me aguaba la boca al pensar en una torta tresleches 🙂   Me acosté a dormir y el hambre me despertó al día siguiente a las 6 de la mañana. Me levanté y preparé un par de huevos revueltos con jamón vegetariano.  Un vaso gigante de jugo de naranja recién exprimido y listo. Hasta ese momento sentí que dejé de tener hambre.

Domingo: Corrí 3 millas.  Acá les tengo que decir que aún no entiendo la biología/química/física de la salida a trotar con piernas cansadas. Salgo a correr y siento que no puedo con las piernas, sobre todo un día como este en el que el día anterior he hecho tanto esfuerzo, pero al terminar las 3 millas mis piernas quedan como renovadas.  No me duele absolutamente nada, es como si se me hubieran sanado.  Me siento como esos “enguayabados” que se levantan al día siguiente y se toman una cerveza que dizque para que se les pase el guayabo. Bueno, así.

Totales:

Millas: 26 millas
Horas: 4 horas 30 minutos
Calorías: 4000kc – El día de las 14 millas, quemé 1650 (aprox) y lo mínimo vital para funcionar son 2000.  Así que debo prestarle más atención al tema de alimentación post-correr.

Fue una gran semana. Volveré el otro fin de semana con más avances del entrenamiento para RnRLA. Tengo una semana pesada en el trabajo y me desapareceré por unos días 🙂

Espero no se hayan perdido la entrada en la que les cuento por qué yo también soy feminista.