Nuevamente fue una semana de entrenamiento que disfruté y que me deja llena de satisfacciones. Además de correr mi más larga distancia hasta la fecha, esta semana tuve la disciplina de incluir dos sesiones de fortalecimiento (flexiones, sentadillas, abdominales) en mi rutina de ejercicio.  Aún no puedo creer que haya corrido 16 millas/25.4kms el sábado; me sentí fuerte, segura y sobre todo, acompañada.

 

El lunes fue descanso total.

El martes corrí 5 millas/8kms. Este día mantuve una velocidad de 10:16 mins/milla o 6:23 mins/km y me sentía agotada, supongo que los 30°C tuvieron algo que ver.  Llegue a la casa decidida a hacer fortalecimiento.  Hice 3 tandas de: 20 sentadillas, 15 tijeras por cada lado, 1 minuto de plancha, 20 abdominales superiores y 10 flexiones de pecho (arrodillada porque me fui de boca dos veces tratando de hacerlas completas, pero ya Jota me dio el truco para fortalecerme y hacerlas bien ). Terminé con 20 minutos de estiramiento y ¡oh sorpresa!, me dio migraña ¡Terrible! Tuve que tomar ibuprofeno y yo no soy muy fan de los medicamentos

El miércoles corrí/caminé 4 millas/6.4kms montaña arriba. Fuimos con Jota al Giffith Park a ver cómo nos sentíamos y nos fue muy bien. Nuestra condición física ha mejorado mucho y ya no nos da tan duro (muscular y cardiovascularmente) la subida.

El jueves corrí 4 millas/6.4kms a 9:29mins/milla o 5:54mins/km.  Extrañamente y a pesar del calor, me sentía muy liviana y ágil.  Atribuyo esto a las dos sesiones de montaña previas (la subida al letrero de Hollywood y la del miércoles).  Nuevamente llegué a las casa y repetí la sesión de fortalecimiento del martes.  Me acosté a dormir temprano para madrugar a nadar y a eso de las 11 p.m. me despertó nuevamente la migraña. Esto es bien raro porque desde hace más de un año que no me daban.  Logré dormirme pasada la media noche.

El viernes fue descanso total.  No dí pa’ levantarme a nadar y no me molestó la idea de conservar energía para el sábado. Luego de mucho pensar, deduje que tanto el martes como el jueves, la migraña se debió a deshidratación 🙁  entonces tomé mucha más agua para estar preparada para el sábado porque el calor que está haciendo por estos días es de locos.

El sábado corrí 16 millas/25.4kms con los Pasadena Pacers.  Llegué una hora antes de que empezara el grupo y adelanté por mi cuenta las primeras 5 millas/8kms. A las 7 a.m. me reuní con todo el grupo y seguí con Sonia las siguientes 11 millas.  Ella tenía planeado hacer 8 millas únicamente, pero como es una linda me acompañó todo el camino.  De igual forma Keith, de 50 años, se nos unió y charlando de fútbol, comida (bandeja paisa sobre todo) e infancia, se nos fueron las horas juntos.  Hace unas semanas les decía que hay algo de magia en correr 14 millas sola, pero hoy les digo, no hay nada mejor que correr con compañía semejante distancia.  Realmente llega un momento en que la conexión se hace como a nivel espiritual y uno llega a hablar de cosas que en estado de “sobriedad” no compartiría.  Pese al tiempo que llevo corriendo, no deja de sorprenderme el grado de intimidad que se logra corriendo con alguien durante tanto tiempo.  ¿No les ha pasado algo así?

El caso es que suavecito se me fueron las 16 millas y ni siquiera mi mente tuvo chance de fastidiarme con su sonsonete de siempre.  ¡Ojalá así sean las 26.2 millas de la Maratón de Las Flores Medellín!  Cuando llegué a la casa, Jota me tenía listas 3 bolsas de hielo junto a la tina y de ahí salió la foto que compartí el sábado en mis redes sociales (@navegue). Primero meto los pies y cuando ya éstos se han adaptado, me arrodillo y empiezo a sentir el bienestar en las pantorrilas.  Llega un punto en que ya no siento nada y me puedo sentar sin pensar en que va a doler o va a estar muy frío.  Alcanzo a percibir como mi metabolismo se acelera y el sistema circulatorio bombea sangre hacia mis piernas. ¡Una delicia!

Por último, el domingo nadé 1600 metros en la piscina del parque. El calor estaba tan intenso que me sentía nadando en una olla de agua caliente, pero no me quejo porque prefiero este clima.

Así que esta fue mi semana de entrenamiento estando a 12 semanas de la Maratón de Las Flores Medellín.  Una de las cosas que me dejó esta semana es que debo prestarle más atención a mi hidratación porque ya entramos a la parte más cruda del verano y eso requiere un mayor consumo de agua.  Además, con las 16 millas empecé a sentir que me hace falta consumir más calorías mientras corro para proveer mi cuerpo con el combustible que necesita, el sábado estuve algo así como “en el límite”.  Voy a probar y les voy contando.

Gracias por pasar a visitar 😉
¡Abrazos!

PD: Cómo estaría de buena la semana que no aguanté hasta el miércoles para escribir la entrada 😉