Maratón de las Flores Medellín Reflexiones

La Mayoría de Corredores

July 13, 2016

Este texto hace referencia a aquél grupo de corredores que en la foto de la meta aparecemos en medio de la multitud y no es fácil distinguirnos. De esos en los que cuando las carreras tienen videos, escasamente se nos alcanza a ver la cola del cabello. Vamos tan en medio de la multitud, que nuestros espectadores nos encuentran únicamente gracias a los ojos del amor.

_MG_5971_edited

Jota siempre me encuentra…

 

De esos corredores voy a hablar yo. Jorge se encargó de hablarles de Los Últimos Corredores, por si se perdieron esa entrada, sigan este link porque vale oro.

Entonces, esos corredores que somos el bulto de las carreras, que no parece que tuviéramos nada especial, nada extraordinario, somos seres llenos de historias simples, de muchas horas trabajando y que corremos por una convicción profunda de que estar activos y hacer ejercicio es una forma de mejorar nuestra calidad de vida, de alargar la expectativa de vida y de tener un cuerpo que pueda aguantar el trajín de enseñarle a un niño a andar en bicicleta.

Soñamos con ser más rápidos y estamos muy agradecidos con nuestro cuerpo porque aún tenemos vivo el recuerdo de cuando corrimos nuestro primer kilómetro y nos tomó casi ocho minutos. Alguien se atrevió a decirnos que a ese ritmo no era correr, que era caminar. Y no nos importó, tal vez porque sabemos que lo que vale es andar para adelante, así la tierra sea redonda y algún día volvamos a ese mismo sitio por cuenta de la vejez y del tiempo que pasa.

o como me pasó en Medellín, que arranqué con todos y términé con Los Últimos.

O como me pasó en Medellín, que arranqué con todos y términé con Los Últimos.

 

En este grupo no hay corredores estrella que pisan los podios de sus categorías o que exhiben sus cuerpos como preseas doradas a todo el esfuerzo de hacer ejercicio. Acá se sufre, se llora y se madruga todos los días y el ritmo sigue igual, la chocolatina abdominal sigue en el congelador y no parece manifestarse en la panza. Hablamos a diario: queridos abdominales, yo sé que están ahí, salgan, al menos de vez en cuando, a ver si me motivo y me da esperanza de algún día ser del equipo de los rápidos.

Porque hay que ver la dicha que nos da el día que hacemos un kilómetro en menos de 6 minutos. Nos creemos élites y celebramos como niños jugando con pompas de jabón 😉 y ni hablar de cuando logramos hacer una media maratón en menos de 2 horas. Nonono, eso merece una celebrada olímpica, dos bandejas paisas, por favor, con chicharrón doble carril. Y así volvemos a nuestros 6:30min/km para quemar toda la grasa que nos comimos.

 

Si sufro yo, me veo en el del lado.

Si sufro yo, me veo en el del lado. O en la de atrás.

 

Como pueden ver, acá no hay historias de superhéroes corredores que rompen récords. Somos corredores comunes y silvestres, nada extraordinarios o excepcionales. Somos muchos, ¿o no?

Tal vez ahí está la maravilla. En que somos muchos, que no estamos solos. Que quienes van a nuestro alrededor son un espejo de nuestra realidad. Que carrera tras carrera buscamos romper nuestras marcas personales y persistimos. Que somos las liebres sin quererlo, de los que vienen atrás y que nosotros vamos con la mirada fija en aquél corredor que queremos alcanzar y termina marcándonos el paso de la carrera.

Somos los corredores que conectamos. Somos el eslabón que enlaza y transmite. Gracias a que nuestros amigos más rápidos nos cuentan, sabemos que para mejorar debemos cambiar nuestra alimentación, hacer fortalecimiento, estiramientos, abdominales, darle a la bicicleta y a la nadada.  Todo eso lo aplicamos en nosotros mismos y tratamos de compartirlo con los interesados.

Y no nos queda de otra que gozarnos cada segundo y robar cámara pa' ver si salimos en las fotos oficiales.

Y no nos queda de otra que gozarnos cada segundo y robar cámara pa’ ver si salimos en las fotos oficiales.

 

Como pueden ver, en la cadena de corredores que hay en una carrera, somos esa pieza central que se agarra de los de adelante con suficiente fuerza para que los de atrás puedan agarrarse de nosotros.

En fin, en ese ciclo nos la pasamos y somos felices. Aprendemos de quienes están ya estirando cuando nosotros apenas cruzamos la meta.  Animamos a los que están empezando o que corren más despacio porque hemos estado ahí y sabemos que todo es asunto de esfuerzo y perseverancia.

No duden ni un segundo que algún día seremos más rápidos. Yo no lo dudo, yo creo que sí puedo. ¡Más me vale! Se los dice alguien que sueña llegar algún día a Boston…



Los invito a dejar sus comentarios y pensamientos. La próxima semana tendremos la versión de uno de esos corredores que llegan entre los 100 primeros en los eventos de la Maratón de Las Flores.

No dejen de leer, ¿Por qué Correr la Maratón de Las Flores?

Rate This Post:
1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (No Ratings Yet)
Loading...

You Might Also Like

8 Comments

Reply José Raúl Ortigoza July 13, 2016 at 9:36 am

Excelente post y me veo reflejado en uno de esos tantos que comentas,gracias a seguir que siempre leo, hoy recuperando de una artroscopia y volviendo pero la diferencia es la experiencia y el cuerpo tiene memoria!!!bien

    Reply navegue July 25, 2016 at 6:51 am

    Gracias por comentar Jose, saber que te ves reflejado es lo que me motiva a seguir escribiendo. Deseo de corazón que te mejores pronto para que nos sigas acompañando virtualmente a entrenar. Gracias por el apoyo!

Reply jorge mario sierra marin July 13, 2016 at 9:54 am

Nati, esto estuvo espectacular!!!!! Que buena entrada. La más emotiva. …”somos esa pieza central que se agarra de los de adelante, con suficiente fuerza para que los de atrás puedan agarrarse de nosotros” y “…vamos tan en medio de la multitud, que nuestros espectadores nos encuentran únicamente gracias a los ojos del amor”. QUE BONITO ESO. Por eso te admiro tanto. Por eso prefiero leer tus entradas antes que aventurarme a hacer mi propio blog, cuando veo que me falta tanto. Gracias por este escrito, te lo agradecemos los últimos, que soñamos algún día en estar en ese grupo de la mayoría. Y gracias por decir que mi relato medio chueco vale oro. Un abrazo.

    Reply navegue July 19, 2016 at 8:38 pm

    Gracias a tí por celebrar tus logros como niño jugando con pompas de jabón. Espero que la vuelta al ruedo vaya por buen camino y que poco a poco sumes de nuevo kilómetros. Gracias por compartir el post 😉

Reply Carito Barrera July 13, 2016 at 11:33 am

Siempre he sido una sentimental chillona. Bien sabes la frustración por la que estoy pasando. Pero ¿Sabes? Me pongo a pensar en el día en que todo regrese a su sitio y vuelva a adueñarme de las calles de mi barrio,eso me mantiene con la esperanza viva. Por otro lado, de este texto tengo una conclusión: “Si fuese élite me preocuparía por ganar y no disfrutaría de la vista” Amo correr a 6:30,7 y hasta 8/km

    Reply navegue July 19, 2016 at 8:36 pm

    Espero que ya todo este saliendo mejor, Carito. En todo caso, no dudes ni un segundo que los rápidos también disfrutan la vista. Su velocidad es equivalente a la nuestra. Todos disfrtuamos igual y sufrimos igual con cuerpos distintos.
    Besos! Te cuento que arrancamos nuevo reto de planchas el 1ro de agosto, te unes?

Reply Santiago López July 14, 2016 at 9:12 pm

Naty, qué buena entrada, me reí mucho con lo de la celebración con bandeja paisa y chicharrón doble carril, lo hago a menudo con cualquier logro por pequeño que sea.

Qué bueno que corras, y mejor aún que escribas. Disfruto mucho leyendo tu blog.

Abrazos!

    Reply navegue July 19, 2016 at 8:34 pm

    jajajaja también te pasa? Nos la pasamos en un circulo vicioso de grasa y kms, es terrible, adictivo. No sé si logre salir de eso, no sé si quiera. Tal vez el día que quiera más Boston que fríjoles!
    Gracias por leer, Santi!

Leave a Reply