Advertencia: esto es una divagación sin principio ni fin (con un par de agradecimientos). Es mi queja y mi desahogo. Es mi reclamo y mi medio para cambiar algo que no me gusta. Si te ves reflejada o reflejado, no es mi culpa, sólo intento decir en voz alta lo que me atormenta.
Quiero ser yo la que tenga el control de mi cuerpo y de mi mente.
Te levantas todos los días a las 4:30 de la mañana, sales cuando aún está oscuro a correr o al gimnasio a nadar o a fortalecer. Madrugas incluso los fines de semana y no hay día en que tu mente no esté enfocada en comer saludable. Más verduras, más ensaladas, huevos como proteína natural en vez de polvos procesados que te prometen 34gr. de músculo efectivos a la mañana siguiente (pilas con los 36gr de azúcar).
Has empezado a correr con la cabeza y eso implica callar el puto ego y correr más lento para enseñarle a tu cuerpo a usar grasa y no glicógeno. Lees qué es glicógeno y aprendes a los 30 años algo que hizo parte de tus clases de octavo grado en el colegio.
Aceptas a conciencia que no querés un cuerpo idealizado o el que sale en las fotos de las revistas deportivas, donde quienes son imagen de la marca son modelos y no atletas de verdad. No quieres un cuerpo que los hombres vean como aquél con mayores probabilidades de procrear o que resulte atractivo y gane muchos likes en tus redes sociales.
No te interesa calentar hormonas sino estimular neuronas. Nada fácil. Se podría ir tu vida buscando el mejor maquillaje, alaciando tu cabello o encontrando el mejor ángulo para la selfie. No quieres eso. Prefieres estirar mejor y tomarte la foto despeinada al terminar de entrenar.
Quieres que tu cuerpo sea la consecuencia de días llenos de esfuerzo y dedicación, de metas enfocadas a logros y no a apariencia (más kilómetros corridos, más metros nadados, más minutos en el plank, la parada de manos sin apoyo de la pared). Quieres poder correr 52 semanas seguidas sin tener que parar porque estás lesionada. Quieres caminar menos en tu próxima media maratón, terminarla y ser capaz de llegar a ponerte los tacones y salir a celebrar en vez de quedar postrada en cama anhelando dos días de incapacidad laboral.
Quieres que tu esfuerzo sea valorado por la constancia de tus entrenamientos. Que sea valorado porque aunque te costó combinar el running con otro deporte, ya eres capaz de madrugar también para ir a meterte en una piscina helada en vez de quedarte bajo tus cálidas sábanas. Quieres que tu valentía para afrontar el miedo se refleje en los días en que te montas en la bicicleta y entrenas con los ojos puestos en un triatlón Ironman.
Quieres ante todo, que la sociedad, las marcas, las personas y hasta tus amigos, no se fijen en cómo luces o qué tan rápido corres. Porque correr rápido o pedalear 90k en menos de 3 horas pareciera ser lo único importante de hacer deporte, pararte en el podio pareciera ser lo único trascendental para Nairo o para ti.
Sin embargo, la sociedad moderna, la generación del ya, que busca resultados inmediatos y no valora el camino o el proceso que te lleva a conseguir tus metas te puede hacer sentir que si eres capaz de entrenar toda una temporada sin lesionarte, eso no importa, lo que importa es ganar.
Que si puedes participar en varias competencias y mejorar un poco cada vez sin llegar a ser la mejor, eso no importa, eso sólo te hace mediocre, lo que importa es una supuesta excelencia.
Que si eres capaz de dominar con tu alimentación la enfermedad, y con tu fuerza mental las expectativas de otros y tus miedos, eso no importa, lo que importa es correr más rápido mañana, ya.
Que si reflejas y compartes la disciplina y constancia que se requiere para correr un maratón completo, eso no importa, lo que importa es que la hagas en menos de cuatro horas porque a alguien se le ocurrió medir tus logros con la vara del tiempo.
Pero tú sabes que eso no es así, tú crees firmemente que el camino a Itaca es lo que cuenta. Que lo que se disfruta es el aquí y el ahora y eso es lo que transmites con tus fotos y escritos.
En redes sociales lo que vale es que muestres la foto de los zapatos que te patrocinan, es como si valiera cinco todo lo que pasa por tu mente cuando te pones esos zapatos y sales a entrenar sin tener el mejor de los ánimos. Es que lo que vale es que compren los zapatos y no que aprendas a desarrollar las herramientas mentales para luchar contra la pereza, el miedo, la costumbre y otros demonios.
Si apareces postrada en el piso, no eres motivante, vale cinco que le estés diciendo a la gente que escuche su cuerpo y que si están cansados, descansen. Aún son muchos los que no valoran el proceso y sólo ven los resultados. Cuesta creer, pero tú sabes lo que quieres y sabes que vas por buen camino.
Mucha gente cree que lograr esto es un asunto de días. Duré dos años tratando de lograr esta posición.
Las marcas sólo quieren vender, no les importa si después del trabajo te echas a la perdición en el sofá. No hacen nada por motivarte. Creen que te motivas al ver a la modelo bien peinada y maquillada con audífonos mirando el cielo. Simple, vacuo, falso.
Y tú te quedas ahí sin intentarlo porque alguien espera de ti un resultado que ni siquiera ellos pueden lograr. Porque parece que los que hacen las campañas de publicidad o manejan las redes sociales no hacen ejercicio como tú. Te generan expectativas y no quieres defraudarlos. ¿Es eso lo que quieres? ¡No! ¿Son esos los valores por los que luchas? ¡No! ¿Vale de algo levantar la voz y gritar que no estás de acuerdo?
¡Sí vale! Vale por ti que leiste esto. Vale por ti, cada madrugada, cada miedo superado, cada vergüenza perdida, cada palabra escrita. Porque tal vez tú quieres lo mismo y no sabes cómo expresarlo. Porque mis mensajes de constancia, disciplina, esfuerzo y paciencia te llegan día a día.
En fin, gracias a los que están porque como aprendí hace tiempo: estamos los que somos y somos los que estamos. Aplica para quienes me acompañan en el blog, en Facebook, en Instagram y en Twitter. Gracias porque por ustedes el camino y el proceso valen la pena.
Inspiración
La Generación del Ya de Camilo Merchán
A Runner’s Career Ends, but Her Mission Goes the Distance de Lauren Fleshman para The New York Times
Nairo y una Colombia Inmadura
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18 Comments
Yo sé que voy a decir una barbaridad pero igual lo haré…. cada vez que leo una entrada de tus jornadas de ejercicio siento que he hecho el mismo esfuerzo y pineso: “algún día lo haré”… depronto no tendré la misma rutina pero algo haré… ya llevo 2 semanas y medias subiendo 11 pisos, y bajarlos por su puesto, como mínimo 2 veces al día… note que se empezaba a generar un cambio hace unos días (cuando te escribí por tw) porque fue el primer día que llegue al piso 11 y me sentí cero agitado y caí en cuenta que si bien el día 1 subí sin problemas la agitación siempre era notoria pero al pasar los días era cada vez menos… también descubrí que mi gran excusa es el sol o calor de bquilla y que no tengo nadie que me secunde salir en la madrugada…. bueno excusas siempre serán eso excusas pero en el fondo sé que realmente lo haré algún día… 😊😊😊😊😊
yo te quiero te muevas a no, pero sigue subiendo por las escaleras aún cuando arreglen el ascensor. Muah!
Nati! De esas entradas que me sacuden y me dicen: “Carolina a donde has llegado nadie te trajo cargada, tu solita con tu esfuerzo has llegado” Gracias por escribir cosas como estas. Lo ponen a uno a reflexionar. Tengo la certeza de que cuando publico mis logros es para alentar a aquellos que piensan que no pueden llegar lejos y no para “Oigan mire que fuerte soy y tu no” NO! La gente se equivoca, piensan que se llega fácil. Pero no! Los que hemos estado sinceramente en este camino nos entendemos y sabemos lo difícil que es pasar por un mal momento. Nati eres una gran motivadora echada pa lante mija! Abrazos
Gracias Mi Carito! Bien sabes que para mí es muy valioso ver que te motivo y te animo. Así que hagámosle! Besos!
Nataaaaa de madrugada leyendo esto, pensando en que anoche hiciste falta en el reencuentro que estuve y en el que dijimos “Natalia, es una dura, cómo lo hace?” me doy cuenta que salir a recorrer los 6km quebhay entre mi casa y el Simon Bolívar n ha sido solo resultado dd ver los números bjar en mi balanxa, ha sido también motivación de decir no espero ser runner o pararme de cabeza pero si tener la constancia que Nata tiene de eso me copio, de esas ganas de llegar a la meta propia y no al cuerpo escultural, animo que cada día es una lucha y como decía mi mamá hagale mijita que adelante algo la espera.
De eso es de lo único que vale la pena copiarse, Diana! dde la constancia y los días en que salgo aún peleando con la modorra. “adelante algo espera!” Me gusta eso mucho. Algo a de haber, usted hágale! Me mataste con el cuento de las momias jaajajajaj
Naty, completamente cierto. O se como sea el cuento en las maratones, pero en ironman debes salir del agua 1:15 despues de la últina ola, eso significa que si sles entre oa últimos grupos u olas debes apurarte un poquito ai no eres nadador, lo mismo pasa en la bici, si no terminas la bici antes de 5 horas no te dejan correr, y si terminas despues de 8 horas el run desde que salio la última ola de natación no tedan medalla. Normalmente como son mas de 15-20 olas los que salen de primero tienen muchisimo mas tiempo para terminar tranquilos y lo mas dificil en cartagena sera correr a medio día una cosa es el calor y otra diferente el horno que es estar dentro de las murallas. Los tiempos para mi son lo de menos, porque de verdad disfruto cada brazada, cada pedaleada y cada pasito tum tum que doy pero la mayoria de gente piensa en un número en su mente. Mi concejo, disfruta la carrera, los numeros llegan poco a poco.
La carrera es sólo la cereza de un pastel que llevas meses comiéndote. Es cada domingo, es cada long run, es cada long ride. Cada día es el que cuenta, el que suma. También es un asunto de fé, de creer en esa constancia de la gota que cae con paciencia y es capaz de perforar la roca. Eso es lo que hay que disfrutar, Boro, la trotada de hoy, la nadada de mañana y la media maratón del domingo. El día de la carrera seremos la suma de los factores. En fin, los números no están en mi mente, creo que ya te has dado cuenta. Un gran abrazo, nos vemos en Medellín 😀 irás este año?
100% motivante, de esas entradas que te sacuden, me encantó, sincera y directo a la yugular, así como cuando alguien te pregunta ¿Vives para Correr o corres para vivir?… jajajaja, que es lo mas importante para ti?. Es genial esa sensaciòn de libertad, cuando te quitas la carga de complacer a otros y corres para ti, a la velocidad que te hace feliz, las distancias que tu corazón y tu mente disponen para que te sientas el héroe de tu propia historia!!! Gracias por el post!, que nadie me diga que no puedo o como puedo hacerlo, porque antes de que lo pensaran ya yo había decidido seguir.
Corremos para vivir, o no? Gracias Yadi, gracias porque tú con tu ejemplo dejas huella. Te quiero!
Mi Hermosa Nata, muchas gracias por compartir, definitivamente en ti existe una campeona porque sabes que las victorias y procesos son internos; y además para muchos eres la campeona que admiramos….
sigue adelante harás un excelente trabajo en el Ironman
Mi Vale linda! Gracias por tu humildad y tu bondad, me das lecciones a millón cada día. Te debo las fotos del domingo :O
Natalia, eres una guerrera… tu apellido te hace honor…siempre he admirado tu coraje, desde niñita…excelente apreciación del esfuerzo y de los buenos resultados….eso es pensar con la cabeza..tu dedicación es un ejemplo. Desde la psicología le das un nuevo ingrediente a las prácticas deportivas, te felicito.
Muchas gracias por sus palabras. De verdad que no ha sido fácil tratar de promover valores como el autocuidado, la autoestima, autoconfianza y otros tantos más, el deporte ha sido mi mejor aliado y hago lo que puedo para mejorar nuestra sociedad. Un grano de arena.
Bueno. Tuve que tomarme mi tiempo para leer, releer y requeteleer esta entrada. Muy profunda. Muy fina. Muy sentida. Muy real. Espectacular nuevamente Nati. Esto es como la descripción de las etapas de maduración del corredor, que no se dan por el tiempo que se lleve corriendo, ni por la velocidad que se pueda alcanzar. Corremos por, para y con nosotros. Que buena reflexión has hecho. Es el éxito de la constancia y el trabajo. Nadie nos regaló nada. Y al que le parezca poco pues que se quede sentado mientras nosotros nos tragamos el mundo. Y al que le parezca mucho, que apague el despertador que todavía está oscuro. Orgullo de lo que logramos Nati. Orgullo de lo que escribes y como lo escribes. Un abrazo y nuevamente gracias por tus escritos.
Se me aguo el ojo al leer cada línea es así como muchas veces nos sentimos. Grande nati y luchadora con toda por ese iroman.
Adry, gracias por compartirme eso que sientes. A veces me pregunto si tiene sentido y con comentarios como este me doy cuenta que sí! Gracias enormees!!!
La generación del ya aplica para todo en la vida no? Qué reflexión tan tremenda a la que me has llevado Nata. Mis rutinas deportivas son nulas y mi alimentación saludable, se reduce a una fruta diaria y a mucha agua (con vergüenza lo admito), pero día tras día desde hace tres años, mi carrera y mi disciplina han sido entregarme en cuerpo, alma, mente y corazón a dar el 100% y más de mi en el trabajo. Y desde hace varios meses he venido cuestionándome, ha valido la pena? Quién soy después de tres años de dedicación laboral? Qué me ha permitido este trabajo? A dónde he llegado? En dónde estoy hoy? Ha valido la pena el camino? Los sacrificios familiares, sentimentales? Y la respuesta seguramente será sí. Aunque parece que no avanzamos a pasos agigantados, todos los días somos un poco mejor (incluso en los días malos, en los que no queremos salir de la cama y sólo sale la peor parte de nosotros). Pero sólo cuando paramos, gracias a la reflexión de una escritora magnifica, nos damos cuenta que cada día ha sido una oportunidad, y que tal como dice la canción “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Gracias por recordarnos que lo importante no es el final de la meta, sino el camino que se recorre para llegar a ella (con tropiezos, caídas y los miles de intentos que tengamos que hacer para levantarnos y seguir adelante, porque como dijo alguien arriba, adelante siempre algo nos espera!)
Te abrazo en el corazón Nata!