En este blog, uno de mis deberes es hacer honor a mujeres valientes, mujeres que temen y se agarran del temor para echar pa’lante. Mujeres que desafían el estandar actual de mujer acompañante de hombre deportista. Este blog halaga y enaltece a las mujeres que hacen las cosas por sí mismas y que confían en lo que son y lo que tienen. Mujeres berracas que no lo piensan dos veces cuando la vida les manda un maratón, sí, 42k, y 29 días después un Ironman 70.3, sí, un triatlón. A una mujer de esas está dedicado este blog, una mujer que me inspira y que me recuerda que mi lucha no es en vano; una maravillosa mujer que hoy corre en la Maratón de Nueva York, su primera maratón.

TRIATLETA Y MARATONISTA
Por: Eyla Santos Díaz – Puerto Rico

Hola! Hola! Lectores de El Blog de Nati. Para los que no me conocen mi nombre es Eyla Santos Díaz, tengo 29 años de edad y nací y vivo en la isla del encanto: Puerto Rico. Desde pequeña me han encantado los deportes. Jugué voleibol desde los 8 años de edad, ya en la adolescencia practique algo de fútbol (defensa), podía intentar cualquier deporte que me explicaran hasta que me enamore del mar con el deporte del bodyboarding. Para ser sincera nunca sobresalí lo suficiente en ninguno de los deportes que practiqué, era (y soy) una atleta promedio, pero esto no era ningún impedimento para poner mi ritmo cardiaco a trabajar y disfrutar lo que tanto me gusta hacer, estar activa.

En mis años universitarios con lo mal que uno se alimentaba, las pocas horas de sueño, los estudios (y las fiesta) había comenzado a ganar un poco de peso y fue en ese momento en el que decidí empezar a correr. Cerca de mi apartamento estaba la pista universitaria y allí comencé. Una vuelta, dos vueltas, tres vueltas hasta completar mi primer logro… ¡1 milla!  Mi paso era lento pero constante y la satisfacción que sentía cuando lograba correr 5 minutos más era algo que necesitaba con mayor frecuencia. Haciendo el cuento largo corto comencé con los 5km, 10km y 21km, todo esto utilizando planes de entrenamiento que encontraba en internet que modificaba a mi paso. Luego de conquistar estas distancias sentía la necesidad de un reto mayor. Fue en ese momento en el que me inscribí en un evento de 3 días que hacen aquí en Puerto Rico, el Lola’s Challenge. El primer día corres un 5k, el segundo un 10k y terminas el tercer día con un 21k. Para este evento necesitaba la guía de alguien que conociera del tema y es allí donde conozco a mi entrenador, el responsable de que ahora sea yo una triatleta; Randy Soler. Trabajé de la mano de él durante 5 meses y pude completar el evento con éxito.

Pero después de ese evento ¿qué? Siempre tengo sed de retos mas grandes y casualmente mi entrenador para esas fechas tenia un campamento de triatlón en la isla (Puerto Rico). Así que le consulté si podía participar aunque yo tuviese cero conocimiento de este deporte. Él contesto que sí y ese día fue que realmente comienzó toda esta historia de amor por el triatlón.

Con mis ahorros compré mi primera bicicleta de ruta, una Cinelli que aún conservo. Participé del campamento y cada día que pasaba no podía esperar al siguiente para entrenar. Luego de esa semana en la que lo di todo y aprendi muchísimo, mi entrenador hablo conmigo y me dejo saber que él veía potencial en mi, que mis tiempos podían mejorar muchísimo y que si esto de verdad me gustaba y era disciplinada podía ganar en categoría por edad. Mi primera reacción fue echarme a reír, yo nunca había ganado nada en ninguna deporte individual y conocía lo lento que corría, nunca había corrido bici (de pequeña y bien poco tiempo) y mi experiencia en el agua era solo la del bodyboarding.

Aquí estoy hoy, luego de dos años de comenzar esta aventura con una perspectiva diferente y aún enamorada de este deporte. En mis experiencias tengo 4 duatlones, 3 triatlones super sprint, 6 distancia sprint y un olímpico que hice hace algunas semanas. Cada evento me ha enseñado muchísimo y más aún cuando se es mujer.

Hay que ser honestas, el deporte se ama pero a la vez puede ser bien sacrificado y extenuante. El querer dar lo mejor de ti y mejorar cada día se traduce a perder algunas amistades, cambiar aspectos de tu vida social, sacrificar tiempo que pudieses compartir con tu familia, lidiar con aspectos femeninos como el periodo, luchar contra el acoso, entre otras. Es una escuelita que te enseña disciplina, organización y perseverancia. Ser mujer y atleta trae un poco de mayor dificultad a la ecuación. La primera es esa visita del periodo una vez al mes. No importa nuestro estado de ánimo, los dolores, las nauseas, la incomodidad, si nos toca nos toca y hay que entrenar porque en ese calendario que contamos los 28 días de nuestro ciclo menstrual también están anotados los días que faltan de las metas que queremos cumplir. Otro reto es el simple hecho de entrenar. Ser mujer y entrenar solas al aire libre es un acto de valentía y determinación. El acoso sexual por parte de los hombres (no de todos) que te gritan improperios y hasta hacen exposiciones deshonestas es real y lamentablemente. Yo y muchas otras mujeres lo hemos vivido en carne propia y muchas más lo siguen viviendo a diario. Entrenar con miedo a ser atacadas sexualmente es algo que los hombres simplemente no experimentan.

Pero mas allá de las dificultades está lo mucho que se crece emocionalmente en este deporte. Día tras día llevamos nuestros cuerpos a conocer nuevos limites. Día tras día conocemos aún mas a esa guerrera que llevamos dentro, que nos impulsa a darlo todo en cada entrenamiento. Dias tras día aprendemos a controlar nuestras emociones y enfocados en nuestros objetivos. Día tras día nos hacemos mas fuertes.

Ahora me encuentro entrenando para dos retos que si me preguntabas hace 5 años atrás hubiese dicho que jamas haría algo así. En noviembre 6 estaré corriendo el Maratón de New York. Aún hay días que me levanto y no me lo creo, estaré corriendo el maratón mas grande del mundo y haciendo 26.2 millas por primera vez. En diciembre estaré visitando Cartagena, Colombia para participar de la primera edición del Ironman 70.3 y también es la primera vez que estaré conquistando esa distancia.

Les puedo decir que éste es un deporte sacrificado pero también que sus recompensas son infinitas. Nunca es tarde para comenzar una locura. No se es demasiado lento para no intentarlo y la vida es solo una como para dejar la oportunidades pasar. Se crece todo los días emocional y fisicamente. Te invito a que trates este deporte o cualquier otro que llame tu atención. Verás las bendiciones que llegan a tu vida y como se presentan ante ti oportunidades que nunca creíste posibles. Te lo garantizo. Gracias por leer y espero que algún día nos crucemos en alguna meta. Como siempre digo… Seguimos gozando!

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Créditos de las fotos para Allan Torres, Evelyn Pabon y Eyla Santos

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Eyla, espero que hoy hayas amanecido creyendo en ti y segura de que llegarás a la meta. Yo lo hice y de ahí el título de la entrada. Muchos éxitos.

Gracias a todos por leer y no duden en dejar sus comentarios 😉

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