Han pasado más de dos días desde la Old Agoura 10k y aún tengo la misma emoción que sentía el sábado cuando crucé la meta.  ¡Mi tiempo oficial fue de 56 minutos, 54 segundos! 3 minutos más rápido que en Boca Ratón, FL, y 5 minutos más rápido que el tiempo en esta misma carrera el año pasado. Para los no corredores puede que eso no parezca mucho, pero la verdad es que yo me siento muy satisfecha porque de aquí en adelante cada minuto que le baje a ese tiempo va a requerir mucho esfuerzo.

El resultado, es como un viento fresco luego de tanta presión. En fin.  El jueves fui a recoger el paquete que por cierto, es uno de los más generosos de todas las carreras en las que he participado.

Esa noche comimos pizza con Lara quien fue la que corrió con mi número de la media maratón. Ella se inscribio para la 10k y yo corrí con su número. ¡Gracias, Lara!

Había tenido una semana de trabajo muy dura y había dormido muy mal, sólo hasta la noche del jueves pude dormir las 8 horas reglamentarias 😉 . El viernes comí canelones con espinaca y queso ricotta.

Trabajé hasta pasadas las 10 de la noche así que llegué a la casa casi a las 11 y nos despertamos a las 5:30 a.m., desayuné sanduche de mantequilla de almendras con mermelada, tomé agua y nos fuimos.  Llegamos directo al mismo sitio donde habíamos parqueado el año pasado, fue fácil y no dimos ni una vuelta (el año pasado perdimos como 30 minutos dándole vueltas al parqueadero para ver si encontrábamos algo hasta que nos metimos por detrás, donde están las bodegas de los almacenes).

Caminamos hacia la carpa de los Pasadena Pacers y nos tomamos las fotos correspondientes 🙂 La verdad es que llegamos justo después de que se habían tomado las fotos de grupo y ya todos se estaba yendo para sus respectivas líneas de salida.

Luego, a eso de las 7 a.m. empezamos a caminar hacia la línea de salida que queda en una loma, llegamos a las 7:15 y la carrera comenzaba a las 7:28 a.m. Todo este tiempo Jota estuvo acompañándonos hasta pocos minutos antes de empezar.  Dieron la sálida y éramos 7 Pacers al iniciar la carrera, no obstante, en la primera milla cada uno agarró su ritmo y nos separamos. Yo comencé a 9:17 minutos por milla, pero ese no había sido mi plan de carrera.

Mi plan para esta 10k (6.2 millas) era hacer las primeras 2 millas a 10 min/milla, las segundas  2 millas a 9:30 min/milla y el último segmento de 2.2 millas a 8:30 o menos.  Tomar 2 o 3 descansos de 1 minuto caminando y listo. Yo pensaba hacer 56 minutos y pico (ojalá menos).  Esta estrategia de carrera de segmentos negativos es bastante efectiva y consiste en conservar energía al principio de la carrera para poder darlo todo al final.  Si no se hace así, se corre el riesgo de salir muy rápido y quemar toda la energía hacía el 60% de la distancia. La otra estrategia, la de llevar un ritmo constante, a pesar de saber que es la estrategia más efectiva para lograr una marca personal (como lo dice una de las 25 Reglas de Oro del Running), no ha sido mi fuerte.

Así que arrancar a 9:17 era demasiado rápido para mi plan 🙁 .  Traté de disminuir la velocidad pero no pude porque el inicio era en bajada así que… me dejé llevar… rodando cuesta abajo.  Mi respiración estaba controlada, para nada agitada y sentía que podía mantener ese ritmo un buen tiempo.  No estaba segura que pudiera hacerlo por una hora, pero decidí correr el riesgo y confiar en que me estaba sintiendo bien.

La marca de la milla 2 fue de 9:09 y la milla 3, 9:05.  Cada vez más rápido y aún no había tomado ni un sólo minuto de caminata 😮 .  Pero me sentía bien, sentía que podía mantener ese ritmo por 3 millas más así que aceleré un poco, pero al escuchar la marca de la milla 4, 9:16, me obligué a tomar el descanso. Caminé 30 segundos y me preparé mentalmente para las lomas que venían.  Ya sabía que eran muchas y muy empinadas, así que el descanso realmente me sirvió.  De ahí en adelante, sentía confianza de que podía mantener ese ritmo y sólo era dejarme llevar. Llegaron las lomas.

Las subí a buen ritmo y las bajé rápido, compensando el tiempo “perdido” en la subida, así se me pasaron casi dos millas, entre subidas y bajadas y obligándome a tomar otros dos descansos de 30 segundos.  Hacia el final de la milla 6 estaba Jota grabándome mientras corría loma arriba.  De no haberlo visto ahí, tal vez hubiera caminado más. Lo vi y un corrientazo de energía me echó pa’rriba… amor puro 😀

OH MY GOD THANK YOU – Jota me alcanzó un kleenex porque la mañana me alborotó la alergia.

De ahí en adelante, los últimos 3/4 de milla los corrí aproximadamente a 8:15 minutos por milla (y Jota llegó a la meta primero para hacer el último video).  Al final escuché a las chicas de Pasadena gritar mi nombre y el segundo corrientazo, una especie de botón turbo, me dio la fuerza para darle la última descarga y términar a 7:25 minutos por  milla.  Logrando así los 56 minutos, 54 segundos, sin que los intervalos caminando afectaran el tiempo final, pero sí beneficiándome del descanso 🙂

Las caminadas son un gran dilema, de no haber caminado, no creo que hubiera podido subir las lomas al ritmo que las subí y si hubiera seguido corriendo, tal vez le habría bajado casi un minuto a mi marca personal. ¡Quién sabe!  Ya estoy convenida de que tomar esos descansos no me hacen menos corredora, así como correr fatigada tampoco me hacen más corredora.  En las anteriores carreras me he lamentado por tener que caminar, pero esta vez no, esta vez usé esos descansos a mi favor  La verdad es que corrí con gusto, me divertí, bajé mi marca personal en 10k y me fue mucho mejor de lo que esperaba.  Estoy segura que en otra carrera, con menos cuestas, lograré un mejor tiempo. A ver cuándo y dónde será eso.

En resumen, les puedo decir que fue una gran carrera, me devolvió el entusiasmo y la autoconfianza.  La gran enseñanza es aprender a usar esos intervalos caminando en momentos estratégicos y no exigirme innecesariamente. Además, logré hacer un ritmo constante (9:10 mins/milla en promedio) en la carrera, a pesar de las lomas y gracias a las bajadas 😉 .  Quedé feliz y satisfecha.

Y una vez más, gracias a Jota por estar ahí, por la madrugada, el kleenex para mi nariz primaveral y alérgica, por los piques para hacer los videos y por creer en mí, como siempre.

Gracias a todos por el apoyo y por los mensajes que me dejaron esa mañana 🙂

¡Faltan 10 días para Ragnar Relay SoCal!