“Estoy cansado, me duelen las piernas, pero me imaginaba que sería peor”.

Esas fueron las palabras de Jota al terminar los 10 kilómetros de la carrera Boca 5k/10k en Boca Ratón, Florida, el domingo, 28 de diciembre.

 

Jota es de los corredores que NO siguen un plan del entrenamiento.  Él entrena de una forma más intuitiva, escucha su cuerpo y cada vez que sale a correr decide la distancia según cómo se sienta ese día.  Según lo intensas que hayan sido sus clases de Shaolín esa semana.  Si se siente cansado, corre poca distancia y a gran velocidad, si por el contrario considera que las piernas están fuertes, se le mide a distancias más largas a ritmos más controlados.  Su método ha demostrado ser efectivo porque en el año y medio que lleva corriendo no se ha lesionado y lo mejor de todo es que es un corredor rápido.

Además, él puede dar fé de la efectividad del método caminar-correr que les compartí hace unos meses sobre ¿Cómo empezar a correr?  Quienes lo conocen saben que siempre sufrió de las rodillas, tenía dolores intensísimos que no lo dejaban casi ni caminar.  Le impedían en ocasiones jugar basketball que es su gran pasión, pero él comenzó corriendo 1 minuto y caminando 5 minutos, aumentó gradualmente hasta correr 5 minutos y caminar 1 y finalmente a correr 30 minutos sin caminar.  Desde que empezó a correr los músculos, tendones y ligamentos de sus piernas se han fortalecido tanto que esos dolores prácticamente han desaparecido.

En fin, a Jota no le gusta correr, pero le cuesta dejar un deporte que es tan económico y que da tantas recompensas.  Ahora sí les cuento un poco más de la carrera.

Nos levantamos a las 4:45 a.m. para salir más o menos a las 5:30 con destino a Boca Ratón.  Era una manejada de casi una hora para conseguir parqueo fácilmente, recoger el número y la camiseta de la carrera.  El evento era en el Spanish River Park, un parque espectacular junto a las playas de la ciudad.

Como era un evento pequeño, más o menos 1400 personas, había pocos baños y eso hizo eternas las filas antes de la carrera.  Jota alcanzó a ir dos veces mientras yo hice la fila y entré una vez.  Salí a las 7:20 a.m. y nos quedaban 10 minutos para caminar hasta la línea de meta.  Allí tomamos algunas fotos y nos acomodamos para arrancar.

Salimos en la mitad del grupo y había muchas personas con un ritmo lento así que nos demoramos más o menos 5 minutos en agarrar el paso que queríamos hacer en las primeras dos millas (10 minutos por milla).  Al salir del parque vimos el amanecer y tengo que compartirles las tres fotografías que tomé porque son muy lindas.

Mi deber en las dos primeras millas era ayudarle a ser conservador con el paso,  Como les decía, Jota corre muy rápido, sale disparado y como era la primera vez que iba a correr esa distancia (6 millas), él quería ir con calma para estar seguro de terminarla bien.  Logramos hacer la primera en 9:58, pero la segunda fue a 9:22 porque se iba orinando!!!! Estaba desesperado e íbamos rogando que hubiera un baño portable en el recorrido.  En las carreras grandes en que hemos estado hay baños cada milla y media, pero acá pasamos la segunda milla y nada que lo encontrábamos, al final apareció en la milla 3, a mitad de carrera.

De ahí en adelante empezamos a subir el ritmo, corrimos la milla 4 en 9:11 y le dije a Jota que si quería acelerar y seguir solo, que le diera, me dijo que no y seguimos juntos por una milla más.  En la milla 5 me dejó botada.  A lo lejos veía su pantaloneta azul, hice dos piques, pero ni así logré alcanzarlo.  Giró en la curva final y lo perdí de vista, pero Julita, la mamá, que estaba en la línea de meta, logró tomarle esta foto…

Llegó en 59 minutos 06 segundos y yo llegué más de 20 segundos después. Corrió la última milla a 8:23 y la última fracción (0.2 millas) a 7:28!!!

Luego nos reunimos con los papás y la hermana de Jota, tomamos agua, comimos frutas, sánduche de mantequilla de maní y mermelada y fuimos a playa.

En resumen, les cuento que fue una muy buena carrera, pequeña como a Jota le gusta: nada de multitudes; con su clima favorito: húmedo y cálido, aire fresco y olor a mar 🙂 Nada parecido al helado y seco aire del desierto californiano.  Su desempeño fue ejemplar: las primeras millas a ritmo controlado y un final fuerte y rápido.  Y como Rocky, anunció su retiro… pero vamos a ver por cuántos días 🙂

Y yo… feliz con mi esposo deportista y saludable 🙂

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Les debo la entrada sobre la visita a los Cayos del Sur de la Florida.  Un paseo espectacular que no pueden dejar de hacer si vienen por estos lares.  Empezaré a escribirlo mañana para terminarlo antes de que se acabe el año!