Me inscribí a la Maratón de Las Flores Medellín el viernes 20 de marzo, ese mismo día pasé la propuesta para bloguear el plan de entrenamiento. Me embarqué en un plan de 26 semanas que desembocará frente al Río Medellín, el próximo 13 de septiembre. Lo hice por una serie de factores que fueron coincidiendo y me sembraron la semilla que decía; “yo puedo correr una maratón”. Sin embargo, pensé: “¿6 meses?, muchas cosas pueden pasar en 6 meses. Tal vez en 6 meses mi vida no se parezca en nada a lo que es ahora.” Fue sólo un pensamiento, nunca me imaginé que en realidad fuera un presagio o un resultado.
Meses atrás había escuchado el discurso del fundador de mi club de running, Dr. Steven Smith. Él decía que cuando cruzas la línea del maratón algo extraño ocurre en la mente. Es como si cruzaras la línea de lo que alguna vez pensaste que era imposible y que eso, curiosamente, se manifestaba en varios aspectos de la vida del corredor. Yo quería cruzar esa línea. La línea mental de tantas limitaciones que me había venido inventando porque por más publicidad, orador motivacional o frase de cajón compartida mil veces en redes sociales, todos tenemos un sueño, una idea que creemos que es imposible. Muchos dirán: ¡yo no, para mí todo es posible!, pero pues yo sí era de esas. Había cosas en mi mente que yo creía era imposibles. Y no hablo sólo de los 42 kilómetros de una maratón, o de leer todo el Quijote de la Mancha, sino de muchos otros sueños que vemos a años luz de distancia y hacia los cuales jamás damos el primer paso. Yo estaba decidida a dar ese paso.
¿La razón? La mañana de mi cumpleaños número 31, mi abuelo salía a su habitual paseo en bici y se cayó, antes de montarse en la bicicleta: se cayó. Con 83 años, él es una persona muy activa que nunca tuvo miedo de treparse en la bici aún habiéndose caído muchas veces antes. Pero esta caída fue distinta, se fracturó el hueso del talón de Aquiles y a la fecha, aún no se ha recuperado y anda en muletas por una serie de complicaciones y negligencias médicas. Yo tenía miedo de embarcarme en un plan de entrenamiento hacia una maratón porque creía que iba a morir en el intento. Si mi abuelo nunca tuvo miedo de subirse a la bici o de caerse, yo tampoco podía tenerlo. Debía intentarlo.
Entonces elegí un plan de 6 meses, lo recomendable para principiantes como yo, y lo armé a mi gusto. Mi vida dio un giro de 180 grados durante el entrenamiento para la Maratón de Las Flores. En estos 6 meses salí a entrenar con la idea de darle un cambio a mi vida. Estaba agotada físicamente con mi trabajo y debía tomar la decisión: renunciar y buscar otro. De lo contario se me iban a venir encima todas las consecuiencias del estrés: gripas, dolores, lesiones, apatía, tristeza, insomnio, cansancio, etc. Sentí un poco de cada una y esas fueron las señales.
No sabía qué hacer y salía a correr dándole vueltas al pensamiento al mismo ritmo en que le daba vueltas al parque. Pensaba en eso los primeros kilómetros y luego la idea se perdía en el aire como el polvo que levantaban mis pasos al correr. No pasaron ni 6 semanas cuando la noticia llegó de boca de mi jefe: “parece que me van a trasladar para Suiza, pero quiero que te vayas conmigo.” Le dije: “¡listo!” y a los dos días, Jota y yo nos fuimos de vacaciones a España y París.
Cuando esta noticia llegó, yo ya había olvidado ese pensamiento que se dispersó entre el polvo y el viento. El tiempo en Europa coincidió con el aumento del kilómetraje, pero yo seguí entrenando juiciosa. Hice los 17k en La Casa de Campo en Madrid el día después de haber caminado todo el Museo del Prado y el Reina Sofía (8 horas). A los dos días volvimos exhaustos a Los Ángeles. El viaje nos pasó factura tres o cuatro semanas despúes (Semana 15: De Poco Correr…), pero ya no importaba. Indudablemente ese viaje, como cualquier viaje, ya nos había cambiado la vida y la perspectiva de todo. Yo no estaba dispuesta a irme a Suiza, por más tentadora que fuera la oferta y quería aprovechar la oportunidad para cambiar de trabajo sin que hubiera una transición traumática.
Justo después de correr por La Casa de Campo me llegó el mail de la Maratón de Las Flores en el que aceptaban la propuesta de bloguear el entrenamiento, creo que nunca dimensioné el impacto que tendría en mí misma hacer eso. Nos fuimos en el tren rumbo a Barcelona y recuerdo estar sentada en el Hostal pensando, “¿será que sí voy a correr esos 42k?, ya no tengo otra opción, voy a hacer mi entrenamiento de dominio público”. Volvimos el 9 de mayo a Los Ángeles dispuestos a enfrentar los cambios. Yo me enfoque en el entrenamiento y en el blog, mientras en mi trabajo todo se iba desarmando. Extrañamente y si pudiera hacer una animación, el entrenamiento para mi Maratón fue lo único estable por ese tiempo. Era como si todo a mi alrededor se fuera desvaneciendo a medida que yo corría. Yo me dejé llevar, iba pa’lante, por el rabillo del ojo veía todo pasar. Lo único que quedaban eran mis millas y la meta de la maratón. Creo que Serrat lo puede expresar mejor:
“Caminante son tus huellas del camino y nada más
caminante no hay camino, se hace camino al andar
al andar se hace el camino y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar
caminante no hay camino sino estelas en la mar.”
Así las cosas, todo se nos fue acomodando suavecito para que pudiera correr la maratón, para que pudiera viajar y disfrutar este tiempo en Colombia con mi familia; para que pudiera cambiar de trabajo y darle ese giro a mi vida que tanto estaba esperando. En todo ese camino, el blog empezó a tomar fuerza y lo que estaba escribiendo conectaba con la gente. Ya no tenía otra opción sino seguir entrenando y motivando con mi blog. Con qué cara me arrepentía… si había levantado semejante expectativa.
En fin, a lo que voy con toda esta cháchara, es una larga introducción para decirles que la decisión más importante que hay que tomar es entrenar para una maratón, no correr una maratón. Dicen que lo más bacano de correr 42kms es todo el proceso de entrenamiento. ¡Es cierto! Cualquiera paga la inscripción y si no ha entrenado, a última hora se cambia de carrera o no la corre. Pero cuando has entrenado: cuando le has metido tanto corazón, tanto tiempo a entrenar y lo has hecho a conciencia, es difícil que decidas sacarle el cuerpo a última hora (a no ser que una lesión se atraviese).
Dicen que una maratón te cambia la vida, yo no creo que eso sea así, por más romántico que uno pretenda ser. Creo que lo que nos cambia la vida son las decisiones que tomamos y la disposición para darle un giro a nuestra vida. Eso son cosas distintas. Yo me dí la oportunidad de hacerlo y creo que esa fue la clave de cómo salió todo en este tiempo. Además, ya no soy de las que piensa que una maratón es para los corredores expertos o que llevan muchos años acumulando kilómetros. Hoy estoy convencida de que una carrera de 42kms la puede correr cualquier persona con el debido entrenamiento. Que así como al mar hay que tenerle respeto, pero no temerle, así es una maratón. La maratón se aprende a querer y a respetar kilómetro a kilómetro, pero hay que decidirse a entrenar y persistir hasta cruzar la meta.
Los 42k de la Maratón de las Flores son la cereza del pastel que he venido degustando durante estos 6 meses de entrenamiento. Ya quiero que sea domingo.
27 Comments
Yo también quiero que sea domingo y que nos encontremos para darte un fuerte abrazo!!! el domingo a recoger la medalla, el esfuerzo ya se hizo. Nos vemos en medellín Nati. saludos
Gracias Lilian! Nos vemos el domingo. Seguiré atenta a cómo sigue tu entrenamiento y a cómo te va en Buenos Aires!!!!!
Coincido en gran parte de lo que aquí escribes. Me gusta lo que dices acerca de que el maratón no te cambia la vida y me interesa saber si tu opinión es otra al cruzar la meta. Creo que tu vida ya cambió por el grado de compromiso que le pusiste a este objetivo.
En mi caso, volveré a correr un maratón para sentir las sensaciones de entrar a un corral de salida de un maratón sabiendo que estás preparado para el reto (quizá la mejor del día), de poder acelerar después del kilómetro 30 y la última, cruzar la meta. Ninguno de estos tres puntos se alcanzan si no decidiste prepararte para ello.
Al respecto, te comparto esta crónica.
http://apasoseguro.com/2013/12/maraton-monterrey-cuando-disfrutas-acelerar/
¡Felicidades!
Héctor, lo que relatas en tu entrada suena como la carrera de mis sueños, así quisiera yo cumplir con los parciales negativos! Espero hacerlo y que mi estrategia funcione. Me funcionó en San Francisco y es la hora en que me parece increible haberlo hecho. Espero así sea en Medellín.
Créeme que te pensaré cuando esté esperando el disparo de salida. Gracias por el apoyo todo este tiempo.
Un gran abrazo!
Tengo que confesar que te leo poco, pero ello me ha permitido ver la evolución de tus letras que al igual que a tu cuerpo has entrenado con dedicación y disciplina, la fluidez de las palabras muestra las millas que han pasado por tu pluma y así como el domingo será solo un trámite para reclamar la medalla por tu preparación, el blog en que nos cuentes esos últimos 42,2k será el epiligo de una bien cultivada blogera. Los hechos no te cambian, es lo que decides hacer frente a ellos lo que hace la diferencia!!
Me vas a dar el gusto de publicar tu crónica de la Maratón de Chicago?
Nati, sabias palabras..cuando disfrutas y cumples tu plan lo que viene es una fiesta!! Felicitaciones,ya eres una campeona. Nos vemos en Medellín. Vamos con toda! 😄😉
Mil gracias
Bella Mary! Tengo mucha emoción de ver la #marearosa tomarse las calles de Medellín! nos vemos!
Suerte el domingo! Yo tbn algún día terminaré de leer el Quixote. Lo veo todos los días en mi librero, se q también él me mira a mí.
Gracia Rocío! Gracias por el apoyo todo este tiempo! Sabes lo que pienso del Quijote, que él ha estado ahí por 400 años y nosostros somos tan efímeros comparados con ese tiempo! A cuántos se nos va la vida sin leerlo!
Hola naty. Me encanta el deporte soy nadadora y de una año para aca amo trotar.
Esto q escribiste me cae como anillo al dedo. Yo me voy a embarcar en un un viaje de 21 klm, un viaje en el q muy pocos confiaron en q si fuera capaz, hasta mi entrenador de natacion no me apoyaba, pero hay dos seres q me animaban todos los dias mi esposo y mi hija. tambien me puse un plan de entrenamiento pero tuve unas semanas q dije ¡si sere capaz!. Pero aqui estoy con susto pero feliz. gracias naty cada vez q te leia me dabas mucha energia y me sacabas una gran sonrisa.
Sandraaaa!!!! Gracias por comentar! Me alegra que te haya ayudado lo que escribo, créeme que saber eso es de mis motores más potentes.
Sabes, cuando uno cree en uno mismo, los demás no tienen otra opción sino hacer lo mismo!
Te deseo lo mejor en tus 21k!
Ay Naty!! Te leo y me quiero pasar a 42K!! Jajaja😅 yo tambien quiero que sea domingo!!! Esto es una mezcla de alegría sustico ansiedad alegría otra vez y felicidá!!! Vamos con toda!! Medellín nos espera😃 no me la creooooo
jajajajaja pilas que sin entrenar no se deben correr maratones! jajajajaja una mezcla de todo eso mismo siento yo! Nos vemos el sábado! pasado mañana!
Qué montón de sentimientos y emociones parcerita, esperemos disfrutar esas horas de la tirada larga del domingo!
Ayer te releí! Alguien volvió a decirme que entrenar para una maratón les recordaba a Ítaca! Abrazotes!!!!
El domingo cuando termines tu maratón seras una persona diferente…
😉 Gracias Jose Luis! Acá estoy a la expectativa 😉
Naty me encanto! total este viaje ha sido lo máximo, las experiencias en torno a este desafio, las personas que te acompañaron, los amigos que ganaste, todo el proceso es mágico. Ya casi nos vemos!! Besos y Apapachos!
Yadid! Los amigos que gané se lleva toooodoooo el crédito! Esto ha sido de lo más enriquecedor. Nos vemos mañanaa!!!!!
Hola Naty,
Te recuerdo que yo soy el loco de 50 años que se inscribió para la maratón de Miami el 24 de enero de 2016. Seguimos con el entrenamiento. Sigo pendiente de tu resultado. Y sigo con un nudo en el estómago al pensar en 42K. El domingo será mi octava media maratón, pero esta vez será solo parte del entrenamiento para la gran meta. Espero que todo te salga muy bien. Te envío un gran abrazo y toda la fuerza del mundo para que termines tu sueño. Cuando cumpla el mío te contaré, pues será seguramente en parte a tu esfuerzo.
Jorge!!! Yo quiero ser así de osada y alegre a los 50!!!! Eres el orgullo de tu familia, estoy segura. Hoy estoy alistándome y sacando la penúltima entrada, la última será la crónica de la carrera. Aunque pensar en eso me deja con la boca abierta, es increíble.
Abrazos!!!
[…] anduve medio triste o triste y medio y súper existencialista. Fue cuando escribí la entrada sobre mis razones para correr una maratón. Miércoles: 3.1 millas/5 kms en la banda del gimnasio. Nuevamente la meta era correr al ritmo […]
hola, esa fue mi primera media maraton ya hace mas de 9 años y fue una buena experiencia, hoy muchos kilómetros después nunca me e atrevido a un 42 y leyendote creo que llego la hora de intentarlo, así que empezaremos desde ayer a prepararlo (gracias por el empujon)
Fabián! Esto es un súper comentario!!!! La verdad me alegra mucho que te hayas motivado a correr los 42 de la Maratón de las Flores, sé que no tienen reputación de ser una carrera fácil, no creo que necesite ser fácil para ser una buena carrera.
Un gran abrazo!
hola, me alegra saber que llegaste al final del gran recorrido de 42 k, espero correr el otro año la mía pero fuera de colombia pues no tengo muy buenos comentarios de la de las flores, ojala que este año la organización haya mejorado pues los años anteriores a la 42k le fue muy mal un abrazo
Hola Fabian. Al fin qué decidiste hacer? Cuando vas a hacer los 42k? No dejes de contarme, casi no encuentro tu comentario y me ha dado vueltas en la cabeza desde hace unos meses!