En los próximos meses les voy a compartir algunas experiencias de atletas que ya han participado en triatlones Ironman y de unos novatos que recién van a estrenarse en este deporte. En el tiempo que llevo entrenando para medias maratones y maratones he tenido la oportunidad de conocer personas maravillosas, inspiradoras y admirables.

Boris es uno de ellos. Boris Tejeda es barranquillero, su primer deporte fue la natación que practicó a nivel competitivo durante su niñez y adolescencia (¡como yo!), luego fue jugador pro de baloncesto en su adolescencia. Ganó varios campeonatos con el equipo de su colegio, pero también ganó varias lesiones. Una de ellas lo dejó con fractura de peroné y 6 clavos en la pierna derecha. Luego, una ruptura en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda y la negligencia del sistema médico le atrofiaron la flexilibidad, la fuerza, la absorción de impacto y el empuje de su pisada. La pierna prácticamente le sirve como punto de apoyo.

Sin embargo, es su mentalidad la que lo ha llevado donde está y como él mismo lo expresa: “no me interesa nunca mi tiempo, sino lo que mi mente es capa de alcanzar cuando se propone algo.” Esa forma de pensar lo llevó a su primer Ironman 70.3 en Miami en 2015 y esta es su historia.

Mi Primer Ironman

Por: Boris Tejeda
Son las 5:30 a.m. en Miami, parece más temprano porque en Colombia a esa hora vemos algo del amanecer.  Cruzo la calle del hotel y hay luces, música y unas 3000 personas preparándose para una cita única e inolvidable. Uno se contagia de ese ambiente y la adrenalina se transforma en energía.

Arreglo todo mi stuff en mi puesto y regreso al hotel a recoger a Angie, me tomo una botella de agua y mi primer gel antes de iniciar la prueba. Suena el himno de los Estados Unidos y dan partida a los profesionales. Qué gran emoción ver en ese momento a todos con diferentes caras: unos asustados, otros con una sonrisa de temor y nuestro grupo como buenos barranquilleros, “mamando gallo”.

Nos dirijimos al punto de salida luego de posar para varias fotos y vídeos cuando Tony me dice: “Doc, vamos a ponernos adelante” y yo le dije, vamos con toda, cúbreme el lado izquierdo y yo te cubro el derecho (traigo a colación esto, porque en las salidas en la parte de natación se forman peleas, golpes y agarrones), con eso aseguraba que mi compañero me estaba cubriendo un frente y yo lo cubría a él en el otro.  Así fué hasta la primera boya, 300 mts a nuestro mejor nivel, allí ya nos alcanzábamos a los rezagados de la anterior “ola”.  Apenas crucé la boya seguí a mi ritmo y encontré un grupo de 6 nadadores con mi mismo nivel y nos rotábamos el frente, 50 mts y empezaron mis “amigas aguasmalas” (aguavivas)  a aparecer, eso hizo que nadara con mas prevención.

Pasando la segunda boya fué la primera picadura, leve, pero el quemón se sintió.  Fue en la boca y en la mano, seguí nadando y vi mucha gente parando por las picaduras. Seguí con 6 de mi grupo a buen ritmo hasta que nos topamos la última boya, apenas la cruzamos nos encontramos con un grupo gigante de medusas. Con las dos manos las apartaba hasta que ví una enfrente y lo único que sentí de allí en adelante fue ardor con dolor intenso en el hombro, bicep y espalda, quedé inmóvil de mi brazo izquierdo y terminé nadando con el otro brazo.  Apenas salí del agua pedí ayuda y me aplicaron vinagre, seguí con ese ardor hasta la mitad del trote, pero hice mi primera transición tranquilo, me organicé y salí con mi bici.

Estaba a un ritmo frenético en ese momento y pasó Albert diciéndome: “vamos Boro, pégate”, traté, pero no pude. Llegué a estar en 37 km/h y veía como seguía su paso. Seguí en mi ritmo y me animaba cada vez que mi GW pasaba a ciclas de alta gama (Cervelo, Giant, Trek, Orbea, Felt y Cannon). Pasabán los kilómetros y me sentía fuerte; mantenía mi ritmo de 32km/h, hasta que en el km. 37, a una triatleta asustada se le dió por cerrar el camino porque se le “espichó” una llanta y tuve que frenar en seco. Lo único que sentí fue un tirón en la pierna, que cada vez que hacía fuerza, se entumecía y causaba dolor.

4 kilómetros antes de llegar al retorno sentí una voz de aliento “vamos campeón. con toda hasta el final” dijo Eugenio. Llegué al retorno y aproveché para cargar los termos, en ese momento ví que alguien me llamó por mi nombre “Boris” y era Paul V. Arranca mi retorno con viento en contra. Esos 45 kilómetros de regreso fueron eternos, pasar de 32km/hora a 25 km/h haciendo un esfuerzo extra por el dolor de la pierna, era muy duro. Pocos kilómetros después ví que pasó Pedro y hasta el final de la bici no ví a nadie de mi grupo. Entrando a Miami seguía el viento en contra y sólo a 3 cuadras de terminar la bici fue que sentí alivio, llegué con la satisfacción de haber terminado esa sección que fué durísima.

Hago la segunda transición y arranco a correr. Recordé a Tito cuando nos dijo: los primeros 15 minutos vayan un poco lentos y después aprietan a modo long run. Lo bueno era que el dolor no me permitía ni siquiera estar a ningún ritmo, pero apenas salgo a correr salió El Gran Champ diciendo: ”ya hiciste lo difícil, ahora termínalo que esto es de varones”.  Enseguida vi a Tony y me dice, “vaya duro Boro”, luego Albert, “pilas que faltan sólo 2 vueltas, ya estás terminando”, luego Euge, Paul, Rafa, Patri, Mauricio, Iván, Nelson, Solon, Mau Velásquez, Julián, Cappe y Pedro, todos nos dábamos apoyo y palabras de aliento.

Cuando estoy iniciando la segunda vuelta del puente, sale mi coach Oscar y me dice: “¿cómo estás?, no te desesperes que lo importante aquí es llegar, si tienes una molestia, tu cuerpo se recupera rápido, camina y trota, ve a tu ritmo…”. Entrando en esa última subida del puente una chica se estaba desmayando y la ayudé, le dije, ven, vamos que ya esto se acaba, es colombiana, de Bogotá, cruzamos ese muro psicológico, le dí un pedazo de barra y medio gel. En ese momento vi mi reloj y marcaban 7 horas 24 minutos. Recuerdo perfectamente cuando el gran Diego Pinilla nos dijo, los últimos 3 km corre con el alma. Hice mi grito de batalla “puñeta” y corrí los últimos kilómetros más rápidos de todos los 21k y me fuí por mi medalla, increíblemente comienzo a pasar a otros competidores.

Cuando faltaban pocos metros para llegar lo más emocionante de la carrera “FROM BARRANQUILLA, COLOMBIA, BORIS TEJEDA. ¡YOU ARE AN IRONMAN!”.  Allí se viene a la mente todo lo que uno ha pasado para llegar hasta allá. El dolor no existía y sólo mi sonrisa reflejaba lo que en verdad sentía mi corazón. Apenas llegué Mau, Pedro, Ruru, Fairuz, Albert, Marcela estuvieron allí dándome las felicitaciones y mi Angie emocionada después de estar preocupaba porque no llegaba.  Pero llegué y van a seguir siendo más eventos donde espero que mis papás sí puedan acompañarme.

Ahora sí puedo escribir esto:
NO SOY NADADOR, NO SOY CICLISTA, NO SOY CORREDOR

¡SOY TRIATLETA!

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Espero que les haya gustado. No duden en dejar su comentarios. Esta es toda una hazaña.

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