La semana 6 es la mitad del entrenamiento para RnRLA. Faltan tan sólo 6 semanas para la carrera y me siento muy bien. Aunque ya la canción “el adolorido” es mi banda sonora, el cansancio no es el mismo que el que tuve en el entrenamiento para San Francisco. El sábado ha sido el único día en que me he sentido cansada de las piernas, pero ya les voy a contar el porqué. Además, al ser la mitad del entrenamiento, les tengo el dato de mi nuevo peso, si varió!
En fin, paso a detallarles un poco mi semana:
Lunes: nadé 1000 metros. Este día planeaba nadar más, pero la piscina estaba muy nublada, al parecer la habían limpiado la noche anterior y aún estaba turbia el agua. No aguanté más, me salí y me metí al sauna. Quedé aburrida, pero decidida a volver o el miércoles o el viernes.
Martes: corrí 5 millas a muy buena velocidad. Logré mantener mi ritmo a una mayor velocidad y por más tiempo. Comencé suave con la primera milla y las siguientes fueron cada vez más rápido.
Miércoles: Descanso total.
Jueves: corrí 5 millas con intervalos de velocidad. Hice las millas 1, 3 y 5 suave y las 2 y 4, rápido.
Viernes: fui al gimnasio a nadar y la piscina estaba cerrada. Supongo que algo tenía que ver con lo nublada que había estado el lunes. El caso es que me subí en la elíptica, hice 40 minutos y luego hice 20 minutos en la bicicleta de spinning, para un total de 600 calorías que era lo que hacía antes de empezar a correr. Ya había olvidado lo mucho que me gusta la elíptica… me encanta porque puedo leer mientras hago ejercicio.
Lo malo de este día fue la tentación que tuve de correr. Sentía que estaba perdiendo tiempo en la elíptica y que mejor corría unas dos o tres millas. Sé que no estaba perdiendo el tiempo, por el contrario, era una forma muy sana de ayudar a mis piernas a recuperarse del esfuerzo del día anterior. Lo único que me calmó fue tomarle una foto a las caminadoras y pensar en lo que iba a escribir en el Blog.
Sábado: Corrí 10 millas en Pasadena. Este fue un día interesante. Llegué media hora antes y adelanté 2 millas antes de que subiera la temperatura. A las 7 me reuní con el grupo y estaba decidida a correr las siguientes 8 millas más rápido y le dije a mi amiga Lara que iba a tratar de pegarme al ritmo de ella. Eso hice como por 5 minutos, hasta que quedé detrás de un señor asiático que tenía una pisada súper ligera, corría como si levitara, no se le sentía ni el más mínimo esfuerzo.
Inconscientemente me perdí en su pisada y seguí detrás de él como por 1 milla hasta que se dio cuenta que iba corriendo con una rémora atrás. ¡Qué vergüenza!
Les comparto el video que logré hacer.
Me hice junto a él y seguí su ritmo. No hablamos para nada, cruzamos dos o tres palabras. Le pedí disculpas por andar ahí pegada como su sombra y le expliqué que me gustaba su ritmo y su pisada. Le dije que no quería hacerlo correr lento y me dijo, no importa, es chévere correr con alguien. Así que de ahí en adelante corrí con él las millas que me faltaban. Mi energía estaba enfocada en tocar el suelo con mis pies al mismo tiempo que él lo tocaba con los suyos.
Hacia la milla 7 u 8 me desconcentré. Perdí el foco, me sentí cansada, con mucho dolor en los muslos y con ganas de detenerme. Iba a su lado y me dijo que si quería que le bajáramos el ritmo, yo le dije que no y seguí andando pero con la cabeza como recién bajada del Superloop de una ciudad de hierro (feria de diversiones). Le pedí que se hiciera nuevamente delante de mí y que yo iba a concentrarme mirando su pisada. Eso hice. Me tomó cerca de 10 minutos recuperar mi ritmo y el control de mi cuerpo, pero lo logré. Una experiencia interesante. Algo parecido a lo que sentí al final de las lomas de San Francisco.
Cuando me sentí lista, literalmente salté y me hice a su lado diciéndole ¡¡¡VOLVÍ!!! con una sonrisota. Lo ví reirse desde el fondo de su corazón. De ahí en adelante seguimos corriendo y aceleramos el ritmo hasta terminar las 10 millas. Un gran día que además me dejó con la certeza de que tengo un nuevo amigo.
Domingo: corrí 4 millas. Este día amanecí innovando… en vez de salir hacia el oriente, salí hacia el occidente. Este día sentí que a veces la aplicación del celular con que hago seguimiento a mis trotadas cobra vida y funciona mal como diciéndome: “cógela suave, no te preocupes por el tiempo”. ¡Sé que hice cuatro millas y es el único dato que me arrojó el GPS!
Revisemos totales:
Millas: 24 corriendo + 0.65 nadando
Horas de ejercicio 5 horas y media (esto es harto)
Calorías: 3.600
Para terminar, les cuento que hice el control del peso al finalizar la semana 6 del entrenamiento para RnRLA. El 18 de agosto estaba pesando 147lbs/66.7kg y hoy, 15 de septiembre bajé 3 libras y estoy pesando 144lbs/65.3kg.
.Son datos muy valiosos porque cabe aclarar que no he cambiado en lo más mínimo mi alimentación. Me atrevo a decir que si aumento el consumo de verduras y le bajo a los carbohidratos, los cambios serán más radicales, pero ese no es mi objetivo.
No dejen de revisar las semanas anteriores:
PD: El verano parece que no se quiere ir, hoy estuvo infernal.
1 Comment
Definitivamente un entrenamiento muy disciplinado y bien llevadona cabo. Congrats!